Revista Infancia

Higiene de la boca

Por Farmaciamarket @farmaciamarket

Don Quijote de la Mancha ya se lo decía a su sempiterno compañero: “Amigo Sancho has de saber que mas vale un diente que un diamante”

Y lo sabía también la insigne pluma de don Miguel de Cervantes, que en boca de la persona de don Quijote puso esta frase y con toda razón, pues esta es entrada de muchas enfermedades y también una parte muy importante de nuestra anatomía, que con cuidados sencillos nos va a proporcionar muchas satisfacciones a lo largo de nuestra vida.

La boca como entrada de nuestra alimentación, la asociamos fundamentalmente a la acción de masticar, y esta función es la primera que enciende las alarmas cuando algo no va bien.

No somos conscientes de la importancia de una función tan importante de la boca como es la fonación; algo tan cotidiano como es el hablar. Cuando nos falta algún diente “se nos va el aire”, cambia nuestra forma de pronunciar, y no digamos si perdemos alguna pieza en la zona anterior, pues en este estado, al sonreir lucimos un hermoso “ventanal”, situación que intentamos resolver de la manera más rápida posible acudiendo a nuestro dentista urgentemente, para que podamos volver a lucir nuestra sonrisa.

De esta forma tan llamativa nos damos cuenta de la gran importancia de la estética.

Otra de las circustancias en las que nos damos cuenta de la importancia y valor de nuestros dientes, es la que realizamos cuando tenemos que masticar, función que realizamos con dificultad cuando nos faltan algunos de ellos, y sobre todo si son los que nos sirven para triturar el alimento, que son las piezas dentales más importantes para ejercer correctamente y con eficacia la masticación: las muelas.

Numerosas son las patologías cuyo origen está en la boca, en las piezas dentales, o estructuras anexas, lengua, glándulas salivales, mucosas… etc, ya que como podemos apreciar, aparte de los dientes, en la boca hay otras muchas estructuras que pueden ser origen de otros procesos que pueden llegar a ser muy graves, dependiendo de las que afecte.

Así pues tenemos que ser conscientes de la importancia de mantener nuestra boca cuidada y vigilada, cepillándola después de cada comida, y hacer una revisión con nuestro dentista una vez al año como máximo ó cada 6 meses que seria el plazo ideal que deberíamos dejar transcurrir entre las revisiones, para reparar cualquier proceso que se inicie, pues este es el tiempo que pudiéramos decir de seguridad que debemos dejar transcurrir entre visita y visita a nuestro dentista, para que podamos resolver la mayoría de las situaciones de deterioro, de una forma sencilla y poco costosa.

Es muy importante tener en cuenta que debemos de acudir al especialista en el momento que nosotros detectemos cualquier tipo de problemas, que se puede manifestar de muchas formas, aunque las habituales son, sensibilidad al frio, al calor, al dulce y si observamos que nos sangran las encías cuando nos cepillamos.

En cualquier caso lo importante es hacer una medicina preventiva, pues la boca NO SIEMPRE avisa de patologías que se estén iniciando.

Dr. Luis Ortiz de Urbina Vicente.

Médico Estomatólogo.

Colegio de Salamanca.


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