Hoy hablaremos sobre la correcta limpieza del órgano sexual de la mujer, parte delicada de la anatomía femenina y que, por ende, necesita de un trato e higiene más concienzudo que el resto del cuerpo.
Pese a que algunas veces suele resultar un tema tabú o bien al que no se le presta suficiente atención, las estadísticas hablan por sí solas: la inmensa mayoría de las mujeres padecerán como mínimo una infección vaginal al largo de su vida.
Una de las primeras dudas que se plantea en este tema es el de la elección de la ropa interior. Los expertos coinciden en señalar el algodón como el tejido más adecuado, y huir de textiles sintéticos. Algunos especialistas también afirman que el uso de tangas y pantalones ajustados a diario eleva los riesgos de padecer una infección o lesión.
Algunas se preguntan si depilar el pubis por completo es malo. No es que sea “malo” necesariamente, pero incrementa la probabilidad de padecer infecciones, puesto que la vagina se expone más directamente a la orina, material fecal y suciedad en general.
Otro factor que se considera tabú es el uso de juguetes sexuales. Aunque normalmente no revisten peligro, siempre y cuando nos aseguremos una perfecta esterilidad y limpieza de los artículos en cuestión, tampoco se recomienda un uso muy frecuente de los mismos.
Entonces, ¿qué hago para llevar una correcta higiene íntima?
La mejor manera de asegurar una óptima limpieza de los genitales femeninos es un aseo personal y diario a base de agua y jabón neutro. Se lavará la zona de la vulva exteriormente, prestando especial atención en los labios vaginales y alrededores del clítoris, lugar donde se suelen acumular más residuos.
Se desaconseja el uso de perfumes o fragancias vaginales con fin de prevenir irritaciones y alergias.
Siguiendo todos estos consejos conseguiremos evadir el mal olor y una zona perfectamente limpia, circunstancia que se traducirá en un menor riesgo de infecciones y lesiones varias.