Higuaín y los partidos grandes

Uno de los tópicos más grandes desde que el jugador francoargentino llegó a las filas blancas es su bajo rendimiento en los partidos importantes. Las estadísticas están ahí y parece que el Pipa tiene serios problemas para ver puerta ante rivales de enjundia.

Unas Buenas Tareas en estos casos pueden ser retrotraernos al pasado y ver si el jugador se ha enfrentado a  una situación similar. Corrían las primeras fechas del año 2007 cuando Gonzalo Higuaín debutó oficialmente con el Real Madrid, sus comienzos vinieron marcados por la indefinición, no se sabía si estábamos ante un falso extremo, un falso delantero o, directamente, un fiasco de jugador. Parecía torpe para desempeñar funciones en la mediapunta, o en el extremo y no acababa de definir con acierto de cara a puerta para formar parte de la delantera de uno de los mejores clubes del mundo.

Se le veía una característica positiva que marcaría su trayectoria, su tesón, sus ganas de triunfar, su grandiosa capacidad de trabajo. No estaba acertado pero luchaba como el que más del equipo. Esto y su juventud, así como el venir de un país extranjero, con su consiguiente periodo de adaptación, hicieron que se le siguieran dando oportunidades. Le costó mucho, pero acabó por demostrar el resto de sus virtudes, capacidad de desmarque, remate, intuición ante el gol. En sus 2 primeras temporadas marcó 10 goles en liga, la siguiente, 24, a partir de entonces se le consideró uno de los mejores delanteros de la liga.

Esas cualidades que habían permanecido ocultas se activaron por un cambio psicológico en Higuaín, consecuencia de un proceso, pero que se materializó en poco tiempo. Tras hartarse de marcar goles a diestro y siniestro, le quedan 2 asignaturas pendientes, marcarle al Barça, regularmente, y mejorar sus registros en Champions League, donde presenta unas pobres cifras.

Sigue siendo un jugador en evolución constante, en temporadas pasadas, sus partidos contra el Barça parecían lagunas, en las que apenas aparecía, ahora lo que más destaca de estos partidos son las ocasiones que falla. Seguro que si sigue progresando y da con la tecla mental, las ocasiones acabarán entrando y se confirmará como un gran delantero a nivel mundial, en sus manos está, tiene 24 años, un gran presente y un mejor futuro por delante.

Con todo, quizá no sea la mejor opción para empezar de inicio contra los culés, puede que su papel más adecuado fuera el de revulsivo, entrar en la segunda parte, aprovecharse del cansancio de los rivales y, sobre todo, meter la ocasión que tenga.