La primera en muchas cosas: irme a vivir fuera, casarme, tener hijos….Ahí me convertí en MADRE
Y como HIJA, MADRE y HERMANA, como LAMAYOR, quiero escribir esto. Bueno, no sé si lo haré bien, pero esto es una carta a mi hermana pequeña, porque me va convertir en TIA de sangre.21/11/2013
C.:Acabas de enseñarnos la foto de la eco que te han hecho hoy, 16 semanas ya, y por fin sabemos ¡¡¡que es un niño!!!. (Mamá, por mucho que lo vaya a querer igualmente y por mucho que lo niegue, debe estar chafadilla….al igual que tú, jejejeje, que se os ve el plumero a las 2). Y esto lo hace todo mucho más real, ¿no? Ahora ya no va a ser “el bebé”, será G. ….o eso pensamos, quizá haya cambios de última hora…Bueno, pues el hacerlo más real me ha hecho pensar en todas las cosas a las que me enfrenté en su momento y que no sabía antes de llegar a ellas. Pero no te las voy a contar aquí, porque sería muy largo y un rollo. Lo que te quiero decir aquí es sólo lo contenta que estoy, lo feliz que me siento, las ganas de verte con tu barrigón y con tu G. en brazos después, y de ver lo estupendos padres que vais a ser. Ahora voy por la calle mirando escaparates y pensando lo monísimo que estará mi sobri con esto o con lo otro. Lo contentísimos que se van a poner los niños cuando esta noche les diga que es niño. Lo orgulloso que estará P. en este momento. Y varios consejos: No te sientas mal por no sentir todo lo que te dicen que debes sentir. Cada madre siente a su manera y no todas toman las mismas decisiones ante las mismas situaciones.Habrá momentos difíciles, de preocupaciones, de discusiones. El cansancio es grande (ya sabes, “soy cansada”) y eso afecta a todo. Pero vosotros, P. y tú, seguís siendo un equipo, eso no lo olvides nunca. Y el resto estaremos siempre a vuestro lado.Desde que tienes un hijo, te conviertes en MADRE, pero no dejes de lado a la MUJER, AMIGA, ESPOSA (aunque suene fatal la palabra, pero es que así queda claro). Porque tu vida cambia, evoluciona, pero no desapareces.Hay situaciones en las que te vas a enfadar con el mundo, porque la vida que llevamos no es compatible a veces con el día a día de tener hijos….bueno, siempre se encuentra la manera, el camino, para acoplarnos mejor. Aunque a veces haya que esperar un poco….Es ese gran mito que llaman CONCILIACIÓN.No existen las superwomen, no se puede llegar a todo sola. Deja que te ayuden.
Y el resto, son obviedades. Porque ¿para qué te voy a decir que le quieras, que le cuides, que le mimes....? ya lo haces con todas nosotras, y has sabido combinar la niña loca que llevas con una súper mujer guapísima, cariñosa y que está ahí para quien lo necesite.
Te quiero.
PD: Me gusta mucho algo que escribió una amiga, y te pongo el link y un trocito.
Desde el mismo momento en que sentimos la llamada de la maternidad o en el que nos sabemos embarazadas, empezamos a tejer.Nos pasamos el embarazo “tejiendo” redes de sueños y fantasías. Nos imaginamos al bebé que va a venir y sentimos desde el principio quenuestro vientre debe ser su bastión, su primera morada fortificada. Nos acariciamos la tripa instintivamente como símbolo de la red protectora que estamos tejiendo para él. Repasamos nuestra vida, las personas que forman parte de ella. Imaginamos cómo será nuestra pareja como padre, cómo serán nuestros padres como abuelos. Y desde luego, tejemos el modelo de madre que queremos llegar a ser. Da igual que sea el primer embarazo que el tercero. Siempre fantaseamos con las cosas que ocurrirán, los errores que no repetiremos, las heridas que cicatrizarán o, incluso, nos acorazamos para soportar el dolor de las que se reabrirán.