Título original: Son of a Gunfighter
Director: Paul Landres
Guion: Clarke Reynolds, Paul Landres
Fotografía: Manuel Berenguer
Género: Western, Eurowestern
Reparto: Russ Tamblyn Kieron Moore. James Philbrook, Fernando Rey, María Granada, Aldo Sambrell, Antonio Casas, Barta Barri, Renato Polselli, Andy Anza, Fernando Hilbeck. Héctor Quiroga, Carmen Tarrazo. María José Collado. Carmen Collado, Julio Pérez Tabernero
Argumento
Unos bandidos se dirigen por la noche a un pueblo casi en el desierto, y sacan de la cárcel a dos de sus hombres.
El sheriff y su ayudante, a la mañana siguiente, se meten en una diligencia trampa, para intentar capturar al bandido creyendo éste que se transporta mucho dinero.
En medio del viaje se les aparece en el camino un joven con aires chulescos que les dice que ha tenido que sacrificar a su caballo y necesita le lleven. El joven está muy interesado en el jefe de los bandidos, pero no les dice cuál es su apellido. Le transportan.
El destino le lleva días más adelante al joven a ayudar a un honrado hacendado mexicano que está siendo atacado por Morales, un cruel bandido.
El hacendado tiene una preciosa hija, que se enamora del joven, pero este no piensa más que en encontrarse con el jefe de los bandidos y matarle. Al parecer mató a su madre años atrás.
"Una sensacional película del Oeste en magnífico Cinemascope y Metrocolor por Russ Tamblyn y Kieron Moore".
Así decía el programa de mano del cine La Rosaleda de Benicalap, el 3 de abril de 1968
Mediocre coproducción entre USA y España, de los primeros westerns que se filmaron en nuestro país.
Se hace bastante larga y esto es el mejor ejemplo de su impersonalidad y de su medianía.
No obstante se puede ver pero resulta insuficiente en todos sus aspectos, tanto técnicos, aunque la fotografía de Manuel Berenguer es buena, como en su ramplón guión.
La idea, el punto de partida está bien, resulta interesante, pero llegado el momento de la verdad se muestra timorato, sin fuerza dramática. Y es que todo resulta de baratillo, a pesar de que el esfuerzo es grande.
Lo mejor, además de la fotografía, es el buen elenco interpretativo lleno de "secundarios" españoles que más tarde repitieron en los westerns. Me estoy refiriendo no a Fernando Rey, que era un crack, sino a Aldo Sambrell, Fernando Hilbeck, Héctor Quiroga y/o a Antonio Casas, que era un buen actor.
En definitiva, intento loable por hacer algo diferente en el cine patrio, pero el resultado no sólo no es el mejor sino que deja bastante que desear.
Preciosa María Granada.