«Habían viajado a esa apartada región del mundo para ayudar a gente necesitada», explicó la secretaria de Estado norteamericana, lamentando la barbarie que llevó al asesinato de ocho cooperantes cristianos en Afganistán a manos de los talibanes.
Hillary Clinton condenó en duros términos el asesinato, un «acto sin sentido». «Condenamos también el evidente intento de los talibanes de justificar lo imperdonable, haciendo falsas afirmaciones sobre las actividades (de los cooperantes) en Afganistán», añadió Clinton, haciendo referencia a las versiones según las cuales se trataba en realidad de misioneros cristianos.
Los cooperantes, todos ellos oftalmólogos, fueron asesinados a tiros el jueves y hallados el sábado junto a los cuerpos de dos compañeros afganos en el norte de Afganistán. Seis de los asesinados eran estadounidenses.
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