El lifting facial con hilos tensores, también conocido como “lifting japonés de hilos mágicos”, “lifting biológico” o “lifting facial sin cirugía” es otra innovación tecnológica reciente que veremos habitualmente en los centros de estética este año 2016.
Se trata de una técnica no intrusiva muy segura, indolora y con resultados inmediatos, cuyo principal fin es el tensado cutáneo mediante la inserción de hilos en la dermis con una aguja guía. Normalmente se suele aplicar anestesia local en pomada. Esta técnica consiste en colocar unos hilos biocompatibles e invisibles en la dermis, que tensan la piel y estimulan la generación de colágeno para recuperar así el volumen perdido. En sólo 30 minutos se logran unos resultados espectaculares, que duran aproximadamente 2 años.
Sus efectos son inmediatos y se consigue un rejuvenecimiento facial muy notable consiguiendo reafirmar y fortalecer la piel de la zona tratada, otorgándole un aspecto muy natural y saludable. La expresión del rostro no cambia después de someterse al tratamiento. El resultado definitivo se obtiene cuando se forma el colágeno, entre 1 y 2 meses después de la aplicación del tratamiento. Los hilos, después de ser administrados, no son visibles ni se nota su presencia. No requiere de hospitalización alguna, por lo que no es necesario ningún preparativo particular antes de ser practicado el tratamiento.
Al no ser necesarias las incisiones, no se produce sangrado ni deja cicatrices o marca alguna en la piel, están fabricados de polidioxanona (PDO), un compuesto biológico totalmente compatible y reabsorbible por el cuerpo, que no produce alergias, siendo reabsorbidos de forma natural en un plazo de 6 a 8 meses. Se puede aplicar junto con otro tipo de tratamientos estéticos y aplicarse de nuevo las veces que sea necesario. Debido a esto, muchos pacientes optan por reforzar regularmente los resultados obtenidos.