Título: Himawari
Autora: Belén Ortega
Editorial: Glénat
Colección: Gaijin Manga
Edición: Rústica con sobrecubierta. 11,5 x 17 cm
Páginas: 192 (B/N)
Precio: 7,95 €He aquí el tercero y último de la segunda horneada de los títulos de la colección de manga español, de la Línea Gaijin, de Glénat: Himawari. Como vienen siendo la mayoría de ellos está ideado como tomo único, cosa que puede animar a cualquier lector para no comprometerse a continuar.
Esta obra ha sido creada por Belén Ortega como dibujante y guionista y Rubén Ruiz como co-guionista. La autora ya tiene algo de experiencia en el mundo del cómic profesional pues además de haber participado en algunos fanzine también ha publicado en algunas revistas, ha realizado carteles y trabajó con el libro Kodomo Manga Paso a paso.
La historia y el dibujo no tiene nada que desear a muchas de los mangas japoneses, pudiendo agradar fácilmente a los fans exclusivos de cómics japoneses que no se atreven a probar con algo de fuera, que casualmente es de nuestro propio país. Como comentábamos en el párrafo anterior, la historia se ambienta en Japón, todo coherentemente llevado y con grandes dosis de interes y acción. Durante los capítulos de la obra vamos conociendo un poco más de los personajes y conseguimos meternos en la historia.
Por lo que respecta a los personajes, los que destacan claramente son los dos hermanos, Himawari (que da título a la obra) y Shunya, unidos en la misión de vengarse, pero que distintos acontecimientos los hará discrepar y desentenderse. Todos los personajes juegan unos con otros, se manipulan, engañan, desconfían y eso hace que actúen de determinada manera y cambien.
Lo que sin duda llama la atención de Himawari es el dibujo. Belén Ortega hace un trabajo estupendo a los lápices (especialmente en las páginas que deja a lápiz), un dibujo lleno de fuerza y muy atractivo. Un estilo de dibujo muy “japonés”, lleno de tramas y líneas cinéticas. Los diseños de personajes están muy bien, siendo fácilmente reconocibles cada uno de ellos, los ropajes y armas llenos de realismo, así como los fondos. Y es en los fondos donde podemos ver el gran trabajo de documentación de Belén Ortega, en Himawari vemos calles, casas, habitaciones, etc. que realmente nos transportan al Japón de la época. Sobre las escenas de acción podemos decir que aunque son cortas, están muy bien hechas, dando la sensación de que se mueven realmente.Como “punto negativo” de la obra podríamos decir que la historia queda un poco en el aire. La historia se va desarrollando perfectamente, intercalando algunos flashback y dando giros argumentales, pero llegados al final todo es muy frenético y queda tal cual, es un final, pues cierra la historia, pero como hemos comentado, da la sensación que quedan cabos sueltos.
Acabando, como de costumbre comentamos un poco la edición de Glénat con este cómic. De nuevo, y como vienen siendo con la Línea Gaijin, tenemos un tomo formato manga shônen, con el papel que siempre han venido utilizando y sin páginas a color, aunque sí con extras de lo más curiosos.
En conclusión, Himawari es un cómic-manga español para todos los públicos pero que especialmente agradará a los fans del manga japonés, con personajes y ambientación japonesa. Es una obra muy entretenida que se lee muy rápidamente y se disfruta desde la primera página.
Valoración: 8 de 10
Kyô y Coke (Paradise Library)