Las personas que poseen la condición conocida como hiperglucemia (elevada concentración de azúcar en sangre) deben seguir una alimentación específica para revertir este problema de salud. La hiperglucemia, en casi todos los casos, se traduce en la enfermedad crónica conocida como diabetes. Si bien algunas dietas pueden tener un muy buen éxito para prevenir el desarrollo de la hiperglucemia, es necesario tener en cuenta que ciertas formas de alimentación también pueden tener efectos benéficos (llegando a revertir la diabetes, en los casos más afortunados).
La alimentación que se les aconseja a todas las personas que sufren de hiperglucemia es la de la dieta alcalina. Una dieta alcalina está compuesta por un balance nutricional en el que predominan sobre todo los alimentos integrales, eliminando todas las comidas con efectos acidificadores sobre el organismo (lo que tiene un impacto directo en los niveles de azúcar en sangre). La dieta alcalina excluye algunos alimentos de origen animal (como todas las carnes, los lácteos y sus derivados), los condimentos excesivamente picantes, el vinagre y otros condimentos a base de alcohol y todos los alimentos procesados y refinados.
La dieta alcalina es sumamente efectiva para mejorar los casos de hiperglucemia, pero también otorga un alivio casi instantáneo en otras afecciones en las que se ven comprometidos algunos órganos del cuerpo depositarios de sustancias tóxicas. En el caso de las personas con hiperglucemia, la dieta alcalina debe ser bastante baja en grasas (dado que los ácidos grasos tienen un efecto en la liberación de insulina sobre el cuerpo). Al modificar el pH de la sangre de ácido a alcalino estará deshaciéndose de una gran cantidad de toxinas que llevaban bastante tiempo acumulado sobre el cuerpo, impidiendo —entre otras cosas— una regularización de los niveles de azúcar en sangre en parámetros normales.