La Prolactina (PRL) es una hormona sintetizada en la adenohipófisis para cumplir, de manera esencial, la función característica de los mamíferos que es la lactancia. El hipotálamo regula sus niveles principalmente a través de la dopamina, que mantiene una inhibición permanente, excepto durante el embarazo y la lactancia. El exceso de prolactina, o hiperprolactinemia, es un hallazgo frecuente en la práctica clínica diaria. Las principales causas son: - Fisiológicas: El embarazo o la lactancia, la estimulación del pezón, el coito, el ejercicio físico, el sueño o el strés. Cualquier tipo de situación que genere strés (el propio pinchazo de extracción lo es), así como el sueño, puede aumentar la PRL hasta unos 40 ng/ml. - Fármacos: Es la principal causa de hiperPRL, principalmente en mujeres. Puede darse por la toma de antagonistas dopaminérgicos (haloperidol, sulpiride, domperidona, metoclopramida...), opiáceos (morfina, metadona), anticonceptivos orales, bloqueadores de los canales del calcio, benzodiacepinas, y otros. - Enfermedades sistémicas: Prolactinoma (causa más frecuente en hombres mayores de 40 años), hipotiroidismo primario, insuficiencia renal, cirrosis hepática, síndrome del ovario poliquístico, o lesiones de la pared torácica anterior. - Idiopática. En presencia de una cifra de PRL superior a 100 hay que descartar la presencia de un Prolactinoma. La hiperPRL, independientemente de la causa, puede ocasionar galactorrea, hipogonadismo, infertilidad, amenorrea, o incluso ser asintomática. Como tratamiento farmacológico tenemos dos posibilidades, que son la Bromocriptina (Parlodel) y la Cabergolida (Dostinex), teniendo la segunda la comodidad de necesitar sólo dos tomas por semana si bien a un costo mayor.Aquí os dejo un artículo publicado en Acta Médica Grupo Angeles en 2011.