Revista Salud y Bienestar

Hipertensión Arterial I: definición, causas y factores relacionados

Por Diana Serrano @serralco
Hipertension Arterial

Como vimos en el post de técnicas de enfermería: ¿cómo tomar la tensión arterial?, la tensión arterial (TA) se define como la cantidad de presión que se ejerce en las paredes de las arterias, dependiendo esta del Gasto Cardíaco (volumen de sangre expulsado por el ventrículo en un minuto) y de las de las resistencias sistémicas al paso de la sangre por el sistema circulatorio.

Un aumento de la TA muy por encima de los valores basales (tensión arterial sistólica o TAS mayor de 140mmHg y tensión arterial diastólica o TAD mayor de 90mmHg) por un tiempo prolongado se traduce en Hipertensión Arterial o HTA. Estas cifras son representativas de daño orgánico.


Despistaje Tensional, técnica para dx una posible hipertensión
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hipertensión arterial
Es una patología fácil de diagnosticar, ya que con una secuencia de 3 tomas de TA en tres días diferentes o despistaje tensional se puede obtener un diagnóstico (dx) claro. Sin embargo también puede darse el caso contrario, ya que no suele dar sintomatología hasta que los valores son muy elevados. Hay que tener en cuenta que sin tratamiento (tto) una HTA  puede desencadenar complicaciones severas como un infarto de miocardio, una hemorragia o trombosis cerebral, la enfermedad cerebrovascular y la nefroangiosclerosis – causante de las insuficiencias renales crónicas. Además la HTA es la primera causa de dos patologías crónicas graves: la cardiopatía isquémica y la insuficiencia cardíaca congestiva.

Las primeras consecuencias de la hipertensión las sufren las arterias, que se endurecen a medida que soportan la presión arterial alta de forma continua, se engrosan y el flujo sanguíneo pueden verse dificultado. Esto se conoce con el nombre de Arteriosclerosis. Pero tengamos en cuenta que todo ello puede evitarse si la TA se controla adecuadamente.

Causas de la HTA

En el 90% de los casos la causa de la HTA es desconocida, por lo cual se la ha denominado HTA esencial. A pesar de que la principal causa suele ser desconocida o idiopática, sí que se relacionan ciertos factores con el riesgo de sufrir HTA. Podemos agrupar estos factores en función de si son modificables o no:

Factores no modificables:

  • FR no modificables
    Herencia:
    una persona con un progenitor (o ambos) hipertensos multiplica por dos las posibilidades de desarrollar hipertensión.
  • Sexo: los hombres tienen más predisposición que las mujeres a desarrollar HTA hasta que estas llegan a la edad de la menopausia, esto se debe al factor protector de las hormonas sexuales femeninas.
  • Edad: la tensión arterial sistólica y la diastólica aumentan con los años debido a una arterioesclerosis fisiológica (las arterias y venas pierden su elasticidad y se vuelven rígidas).
  • Raza: los individuos de raza negra tienen el doble de posibilidades de desarrollar hipertensión que los de raza blanca, además de tener un peor pronóstico.
  • Embarazo: ciertas mujeres gestantes sufren preeclamsia durante su embarazo.

Factores modificables:

  • Tto anticonceptivo: las mujeres tienen un riesgo especial de desarrollar HTA por el uso de tto anticonceptivo debido a la interferencia con el ciclo natural hormonal (estrógenos).
  • Tabaquismo: también contribuye a aumentar la arteriosclerosis de las arterias y a formar depósitos en la luz de los vasos, que disminuyen el calibre y enlentecen el flujo sanguíneo.
  • Sobrepeso u obesidad: existe una relación entre el peso y la TA, especialmente si la localización de la grasa se centra a nivel abdominal.
  • Dislipemia: los depósitos de colesterol en la luz del vaso estrechan el diámetro de arterias y venas e incrementan la presión del flujo sanguíneo.
  • Diabetes*: entendiendo como factor evitable la Diabetes Mellitus II, ya que es la generada por un aumento de peso y una resistencia a la insulina*. El aumento de glucosa sanguínea tiene un impacto negativo en vasos y nervios, acumulándose en ellos, los daña y genera vasculopatías.
  • Sedentarismo: muy relacionado con la obesidad, la actividad física tiene un efecto beneficioso sobre las cifras de TA.
  • Consumo elevado de alcohol: el alcohol aporta una gran cantidad de calorías innecesarias al organismo que favorecerán el aumento de peso y, por ende, aumentarán la presión sanguínea.
  • Estrés: la enfermedad del siglo XXI se caracteriza, entre otras cosas, por un aumento mantenido de la TA debido a un exceso de secreción de catecolaminas.
  • Sal: un consumo excesivo de sal aumenta la prevalencia de HTA, pero parece que es necesaria una cierta condición de «sal sensibilidad» para el desarrollo de HTA en cantidades normales.
  • Consumo bajo de calcio, potasio y magnesio: existen datos epidemiológicos que indican que
    suplementos cálcicos, potásicos y de magnesio se asocian a una menor incidencia de HTA.
  • Café, té y bebidas estimulantes: la ingestión aguda de café y en menor medida de té pueden inducir una subida brusca de TA.

En el 5-10 % de los casos existe una causa o enfermedad directamente responsable del aumento de las cifras tensionales, siendo denominada HTA secundaria. Los mecanismos de acción pueden basarse en un aumento excesivo del líquido del circuito sanguíneo o en un aumento en la contracción de las arterias, reduciendo así el espacio total para contener la sangre. Las enfermedades que más frecuentemente causan la HTA secundaria son la renales (insuficiencia renal crónica), renovasculares (estenosis de las arterias renales), coartación de aorta, síndrome de apnea obstructiva del sueño (SAOS), metabólicas (Cushing, hiperaldosteronismo, feocromocitoma, hipercalcemia, hiper e hipotiroidismo, acromegalia) y algunas de origen neurológico (tumores cerebrales, poliomielitis bulbar, hipertensión intracraneal…). Ciertos ttos medicamentosos como corticoides, estrógenos a altas dosis,  antidepresivos, antiinflamatorios…, también contribuyen a aumentar la tensión arterial.


Hay diversas etiquetas para la HTA: lábil, limítrofe, definida, refractaria, maligna…
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Hemos visto que la definición genérica de HTA la marcaba como una TAS/TAD por encima de 140/90mmHg, pero la detección de esta situación en los pacientes no es tan sencilla como puede presentarse de manera paulatina, aparecer súbita o tener momento de normotensión seguidos de otros en los que la TA es elevada. Debido a ello, la HTA se puede agrupar diversas definiciones de menor a mayor estadío hipertensivo:

  • HTA lábil: el paciente puede presentar cifras de TA superiores a 140/90 mmHg pero también inferiores en periodos cortos de tiempo sin que exista repercusión visceral.
  • HTA limítrofe: las cifras de TA se encuentran en el límite de la normalidad, esta situación generalmente requiere de confirmación por medio de un registro ambulatorio de 24 horas.
  • hipertensión
    HTA definida:
    los valores de TA están elevados de manera constante por encima de los normales.
  • HTA refractaria: los valores de TA no están controlados a pesar de seguir un tratamiento con tres fármacos antihipertensivos, siendo además uno de ellos un diurético.
  • HTA maligna: presenta cifras de TAD por encima de los 140mmHg, se acompaña de retinopatía grado III o IV y algunos órganos diana pueden verse afectados.
  • Urgencia hipertensiva:  la TAS es superior a 210mmHg y la TAD mayor de 120mmHg. No suele tener mucha sintomatología clínica. Se suele tratar con antihipertensivos por vía oral o sublingual, teniendo generalmente buena respuesta al tto.
  • Emergencia hipertensiva: elevación de la TA por encima de 230/130mmHg, y que representa un riesgo vital para el individuo. Esto supone una repercusión significativa en los órganos diana del paciente (edema pulmonar, angina, encefalopatía, etc.).

Pero también debemos entender a la HTA como FR para otras enfermedades importantes. De hecho, la Sociedad Española de Hipertensión-Liga Española para la Lucha contra la Hipertensión Arterial (SEH-LELHA) lo considera como el factor de riesgo cardiovascular (FRCV) y renal modificable más importante. Entendemos como FRCV toda aquella condición individual que aumenta la probabilidad de desarrollar una enfermedad cardiovascular, aunque su presencia tampoco implica necesariamente su aparición.

Y llegados a este punto me surgen un par de dudas… Hemos mencionado que la HTA suele ser una enfermedad silente que presenta muy poca sintomatología a no ser que nos encontremos en determinadas situaciones, ¿cuál es esa sintomatología?, ¿podemos hacer algo para prevenir la HTA? Y una vez instaurada, ¿qué tto, a parte del farmacológico debemos recomendar para evitarla?

Todas estas dudas las resolveremos en el post de la semana que viene, nos vemos en el blog ¡Chao!

Bibliografía:

  1. Valero, R.; García Soriano, A. Normas, consejos y clasificaciones sobre hipertensión arterial. Rev Enfermería Global. 2009; 1-14; Vol. 15. Consultado el día 01/07/2019. Disponible en: http://scielo.isciii.es/pdf/eg/n15/administracion3.pdf
  2. Nieves Rivera, J.; Rojas Sánchez, R.; Sánchez Ríos, R. M. Módulo Instruccional: Hipertensión e Hipotensión Arterial. Universidad del Turabo. Escuela de Educación continua. Marzo 2016. Consultado el día 01/07/2019. Disponible en: http://ut.suagm.edu/sites/default/files/uploads/EducacionContinua/pdf/2016-2/MOD-HIPER-HIPOTENSION-JA.pdf
  3. Guía de Diagnóstico y Manejo 20. Parte II: Hipertensión Arterial. Organización Panamericana de la Salud. Oficina Regional de la OMS. Consultado el día 01/07/2019. Disponible en: http://www.sld.cu/galerias/pdf/sitios/gericuba/guia20.pdf
  4. Hipertensión arterial. Sociedad Española de Medicina Interna. Consultado el día 01/07/2019. Disponible en: https://www.fesemi.org/sites/default/files/documentos/publicaciones/hta-semi.pdf
  5. López Acedo, A.; Flores Morgado, M. T.; Cambero Flores, M. I. et al. Hipertensión Arterial. Documento de apoyo a las actividades de Educación para la Salud 6. Junta de Extremadura
    Consejería de Sanidad y Consumo. Mérida, septiembre 2006. Consultado el día 01/07/2019. Disponible en: https://saludextremadura.ses.es/filescms/web/uploaded_files/CustomContentResources/Hipertensi%C3%B3n%20Arterial.pdf
  6. Waisman, G. Hipertensión arterial resistente. Rev. Fed. Arg. Cardiol. 2013; 42(3): 170-173.

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