Me he referido varias veces a lo inverosímil que es que los refugiados intenten llegar a Europa cuando tienen países vecinos de su misma religión, cultura y origen que son sumamente ricos y disponen de recursos más que suficientes para poder absorber buena parte de ellos.
Curiosamente los muchos que critican duramente, aunque con razón, a los países europeos por el trato dado a los refugiados, hasta el extremo de afirmar que Europa está perdiendo eso que está de moda llamarlo valores y antes se denominaba decencia, no hacen el más mínimo comentario sobre los que por muchas más razones deberían estar implicados a fondo en solucionar el problema de personas que al fin y al cabo son de los suyos.
Pero el asunto es todavía mucho más serio. Algunas de las personas que conocí en Siria se trasladaron con su familia a emiratos del golfo porque desde allí lo tienen más fácil para regresar a Siria, sea para alguna urgencia breve o cuando acabe la guerra, pero no pudieron obtener permiso de residencia temporal sin disponer de cifras importantes en la banca del emirato. Es decir, Los países ricos árabes, que además son los que financian el terrorismo islámico presente en varios de los bandos de la guerra, solo aceptan a sus “hermanos” de raza y religión con cuentagotas, después de mostrar su patita, y siempre que en ella tengan dinero más que suficiente para que el emirato no solo no tenga que gastarse un céntimo en su manutención sino que aporten fondos para aumentar la riqueza del emirato. Si los europeos somos muy, muy, muy malísimos por la forma en que tratamos a los refugiados, ¿Qué calificativo merecen los archimillonarios del golfo?.
Ni un solo periódico español se ha referido a este incalificable comportamiento. Ha tenido que ser Tomás Alcoverro, el excelente corresponsal de La Vanguardia en Beirut quien explicase en el artículo adjunto las inmensas dificultades que tienen los sirios, o los ciudadanos de cualquier país árabe en conflicto, para obtener un visado no solo para viajar a cualquier país europeo sino a cualquiera de sus países “hermanos” ricos.
Precisamente el país que podría absorber más refugiados, Arabia Saudita, acaba de modificar las condiciones para otorgar visados temporales o permisos de residencia, subiendo espectacularmente su coste hasta un importe equivalente a 750 €, aunque con excepciones, que no se refieren a sus “hermanos” árabes sino que los exentos son los ciudadanos de la U.E. y los USA.
Siempre he mantenido que, a pesar de la enorme cantidad de recursos y asesores de que disponen, la principal característica de la política internacional de los USA es la idiotez, y creo que el trato que dan a sauditas y emires es uno de sus peores errores, que no se justifica solo porque su subsuelo contenga una parte importante de las reservas de petróleo del mundo.
Pero los amigos y colaboradores del Islam pueden estar muy tranquilos porque a pesar del artículo de Alcoverro, los europeos seguiremos siendo muy, muy, muy malísimos y el Islam una religión de paz y amor.