Revista Diario
Estamos aterrados, tantos atentados vividos, tanta alerta máxima, tanta desgracia, al final todo nos pasa factura.
Estamos en un momento crítico, y las falsas alarmas sobre atentados o los errores humanos y colectivos, son casi igual de peligrosos que los reales. La histeria colectiva es horrible.
Hace pocos días, en una estación del metro de Barcelona (mi parada, por cierto) vivía uno de estos sucesos de histeria colectiva y estampida humana. Lo vimos por las noticias, en un momento podría haberse creado el gran desastre, la gente cuando corre huyendo de algo, no mira por donde pasa, ni a quien pisa, olvida las prioridades, los niños son la principal prioridad, pero en un momento así...es el sálvese quien pueda, y no hay más.
El suceso del metro quedó en una anécdota, en un susto, resultó ser un hombre ebrio que amenazaba con tirarse a las vías, allí estaba la guardia urbana y la seguridad del metro, también los mossos porque ese es un "punto caliente de alerta", así que en un forcejeo entre voces, el momento llevó a la confusión y con que sólo una persona respondiera a eso con un grito, un sobresalto...la estampida ya estaría garantizada. Y así fue.
Circula un vídeo por Internet de este suceso, se pueden escuchar los principales gritos que parecen de una mujer. Tras esos gritos todo el mundo empieza a correr, sin mirar...saltando las vallas, las taquillas, no ocurrió nada grave de milagro, pero la escena es escalofriante.
Mi hija escuchando por la tv esta noticia, en cuanto oyó qué parada era empezó a decirme nerviosa :
-El papa está a salvo, el papa está a salvo?
A pocos días de este suceso, hemos vivido uno similar mi hija y yo anoche.
El calor sofocante nos llevó a un centro comercial muy grande en Barcelona, entre tienda y tienda, helados y juegos, pasamos la tarde.Después mi hija quiso cenar un burger, y allí nos fuimos.
A esa hora estaba lleno de familias con sus hijos, hicimos mucha cola, pero no teníamos prisa y se estaba fresquito.Cuando ya me estaban atendiendo y me dispongo a esperar mi pedido, oímos todo el mundo una gran estruendo, pero seguía sonando algo así como una traca. Al principio yo no le doy importancia, pero estoy mirando al tumulto de gente sobresaltada, como hacemos todos, hacia la entrada.
De repente empieza a entrar gente gritando, corriendo, me quedo estupefacta por unos segundos, buscando una explicación, agarrando a mi hija fuertemente, pero la gente sigue corriendo hacia dentro, muchos gritos, cosas que se caen, gente que salta por encima de las mesas huyendo de algo y huyendo de esa gente que se vuelve como loca.Imaginaros tranquilamente cenando con tus hijos y de repente una estampida...agarras a tus hijos y a correr para salvarlos. Así fue.
Tengo la imagen de un hombre con un bebé que pasó sobre las mesas...gente tirada bajo ellas...y yo...agarré en brazos a mi hija, y corrí hacia dentro, buscaba el wc, pero estaba todo el mundo allí concentrado, por el suelo incluso, tirados , arrinconados en el pasillo...no se podía pasar. Buscaba un armario o algo para meterla, pero nada...así que por un momento pensé que ya no había salida...qué podíamos hacer?
Hice lo que vi, nos acurrucamos en el suelo, ella debajo de mi, mientras no dejaba de preguntar qué pasaba...cariño, la gente se asusta por un petardo, no pasa nada...tranquila.
Los gritos seguían, la gente en histeria colectiva, yo hasta escuchaba "disparos"· seguramente ya imaginarios. Y es que creí que entraba un tío pegando tiros y que ya se terminaba ahí...horrible.
Cruzamos la mirada de terror el hombre que estaba a nuestro lado con su hijo...agachados, refugiados tras una esquina ridícula...sus ojos y los míos reflejaban lo peor.
No lo voy a olvidar fácilmente.
El personal se escuchaba gritart desde el mostrador :Cerrar la puerta! cerrar la puerta!!Pero no tengo ni idea si se cerró o alguien lo escuchaba.
Al final todo fue un puto foco, nos dijeron, tranquilos, no pasa nada, todo está bien. sin más explicaciones...Escuché a alguien preguntar si había algún herido...pero yo me quedé estupefacta, sin poder salir fuera, por si acaso...Así que más de medio local se vació después de eso, pero nosotras nos quedamos...sin movernos del fondo, con alguna gente que quedaba allí. Hasta que entró gente muy normal y pudimos preguntar...
No había pasado nada, petó un foco y al caer la gente que había allí empezó a gritar...así que una cosa llevó a otra y al final el que no había visto lo sucedido...siguió corriendo por inercia, y el sálvese quien pueda es refugiarse en dónde pilles, así fue...empezó a entrar todo el mundo corriendo al burger. Y ahí todo se desbordó.
La supervivencia al final...es lo que cuenta.
Después, un bajón, un temblor de todo el cuerpo...unas ganas de llorar del miedo, de la impotencia y de temerse lo peor. Y todo con mi hija allí!
Hice lo posible por recuperar la normalidad, como todo el mundo, mi hija se guía por lo que ve en mi, así que no lloré...me aguanté y estuve hablando con ella de otras cosas, haciendo de tripas corazón, pero dando gracias de que todo fuera un susto y no más.
Aún así, para mi fue tan real como para el resto. Fue una situación al límite, y fue horrible. Ahora la recuerdo como una pesadilla.Al volver a casa, mi hija me preguntaba sobre ello, me explicaba que la gente se había escondido bajo las mesas, que se dio cuenta que yo la protegía pero que no entendió nada, así que le expliqué lo que había pasado.Y además le dije, que si alguna vez, alguien de la familia, su padre, sus abuelos, tíos o yo , le decimos que se quede en un sitio sin moverse, aunque esté a oscuras, que se quede, que no se mueva de ahí porque iremos a buscarla después. Que eso pasa en algunas películas y que siempre hay que hacer caso...le dije.Suena duro, pero sentí que tenía que hacerlo, porque después de esto, ya no sabes en qué te puedes encontrar, la gente está muy loca y asustada...los niños han de saber qué hacer en un caso así.Es mi opinión.
Uffff....