Aproximarse a la historia de un lugar es una tarea compleja y no siempre exitosa. Aunque los libros pueden transmitirnos enseñanzas y anécdotas, no hay nada como trasladarse a los enclaves y ver de primera mano la geografía en la que tuvieron lugar los acontecimientos para comprender la historia en su totalidad.
El modo en que decidamos aproximarnos depende del lugar o de la porción de historia que nos interesa. Por ejemplo, en las zonas costeras una manera divertida consiste en vislumbrar la historia desde el mar. Así, alquilar un barco en Torrevieja es un modo diferente e ingenioso de conocer esta maravillosa ciudad mediterránea, sus peculiaridades y los acontecimientos que tuvieron lugar en ella.
Torrevieja y su historia
Torrevieja es una ciudad con una historia particular. A diferencia de otros enclaves mediterráneos, este enclave del sur de Alicante no existió como tal hasta el siglo XVIII, siendo en aquel momento un pueblo pequeño que crecería de manera exponencial durante los siglos venideros.
Así, la historia de Torrevieja está unida, precisamente, a su ubicación. Fueron las dos lagunas saladas las que propiciaron la aparición de ciertas actividades y, sobre todo, la construcción de la Torre de Cabo Serven o Torre del Moro.
Junto con la Torre de la Mata, esta torre cumplía el objetivo de resguardar y avisar ante posibles ataques piratas en las costas españolas. De hecho, si nos aproximamos a Torrevieja en una embarcación, experimentaremos las mismas emociones que aquellos piratas del siglo XIV.
Fernando el Católico y Torrevieja
El siguiente dato histórico de la ciudad que conocemos también está relacionado con su ubicación costera. Así, en 1482 Fernando el Católico, conociendo la concentración de sal que contenía la laguna de Torrevieja, decidió construir una edificación que comunicase la laguna con el mar. Esta construcción es visible en la actualidad desde las embarcaciones y se conoce como Acequión.
Asimismo, la economía que comenzó a desarrollarse en torno a la zona estaba relacionada con los trabajos salinos. Así, se sabe que en el siglo XVIII esta zona sufrió un importante crecimiento precisamente gracias a los trabajadores de este sector.
En esta época se edifican la iglesia, la ermita, algunos embarques y el depósito. En el siglo XIX el crecimiento aumenta y la población se triplica, pasando de apenas 500 habitantes a más de 1.500 a principios del XIX.
Llegada del ferrocarril
Durante este siglo, la ciudad sigue en auge. Se edifican casinos, aduanas e incluso líneas de ferrocarril. Este crecimiento tan solo fue posible gracias a la industria salina y a ciertas piscifactorías. Pese a ello, la ciudad también se enfrentó a contratiempos, especialmente naturales.
Por ejemplo, los terremotos de 1829 tuvieron un gran impacto en la ciudad. De hecho, es durante este siglo cuando Torrevieja adquiere los planos y aspecto general con el que cuenta en la actualidad.
La historia de Torrevieja del siglo XX se une a la del resto del territorio español. La modernización y el control de la industria salina convierte a la ciudad en la capital de los pueblos de alrededor, aglutinando comercio y turismo.
Pese su riqueza histórica, gran parte de su historia se pierde al andar por sus calles. Dado su origen marítimo, Torrevieja es una de esas ciudades que debemos vislumbrar desde el mar, pues toda su historia, progreso y evolución está ligada, de un modo u otro, al agua salada.
Soy periodista y experto universitario en protocolo. He trabajado en diferentes medios de comunicación como 20 minutos, Las Provincias o Diario 16. Ahora ejerzo labores de community manager, colaboro en blogs y publicaciones digitales. Autor del libro 'Eso no estaba en mi libro de Historia de Roma'.