23 de mayo 2014: Quedamos AmigoE, AmigaE, AmigaV, Futuro Papá y yo en ver la lluvia de estrellas que provocaría el paso de un cometa (Noticia: AQUÍ). Nos fuimos a un descampado cerca de PueblitoMadrid, donde no hay contaminación lumínica. Totalmente preparados para el frío que iba a hacer y todo. Llegamos allí y estaba todo nublado. ¡¡Menuda decepción!! Sabíamos que era probable que no viéramos la lluvia de estrellas, pero ni siquiera poder intentarlo porque el cielo estuviera nublado no nos lo esperábamos en absoluto.
No pasa nada, luego vimos las estrellas fugaces en casa a medianoche (guiño, guiño).
14 de junio 2014: Después de 36 días esperando que llegara el final de ciclo, por la tarde, no pude esperar mucho más y le incité a Futuro Papá para hacernos un test. Que si salía negativo, pues lo dejaría en paz hasta después de dos semanas de la próxima, eso estaba prometido y más que prometido… Pero la verdad es que lo que no nos esperábamos es que no hubiera una próxima vez.
En ese momento estaba AmigaM en casa, que había venido para pasar el fin de semana. Lo hicimos junto a ella y la verdad es que la sorpresa se sobrepuso. Hubo mucha sorpresa y más que sorpresa. La reacción por parte de Futuro Papá fue de absoluta naturalidad, como si hubiera sido lo que tenía que ser.
Dentro de mí hay un ser que se está convirtiendo en persona y que yo deberé educar para que sea buena y así se convierta en buena persona. Es una tarea que emprenderé junto a Futuro Papá. De momento vamos a comenzar con la primera parte de la aventura, ¿llegará a buen término? En febrero lo sabremos.
Siempre he tenido dos deseos secretos sobre Futuro Bebé:
a) Ser mamá antes de los 30 y resulta que los cumplo en marzo. Si todo va bien, Futuro Bebé nacería un mes antes de mis 30 años.
b) Saber en qué momento fue concebido Futuro Bebé y que fuera una historia bonita. Decidme que no lo es, jejeje.