En la actualidad, podemos disfrutar de una infinidad de diferentes máquinas tragaperras, desde las más actuales que son las tragaperras con tecnología 3d, hasta las clásicas con sus símbolos de frutas. Sin embargo, la historia de estos dispositivos de juego no es tan conocida como debería.
Las máquinas tragaperras han recorrido un largo camino desde su debut en 1887, y han dado forma a diferentes aspectos de nuestro mundo a lo largo del camino.
Las máquinas en el siglo XIX
Un pequeño grupo de maquinistas de San Francisco (dirigido por Charles Fey) creó las primeras máquinas tragaperras reconocibles. La más famosa máquina tragaperras fue la llamada Liberty Bell. Se convirtió en la base (e incluso el nombre) de muchas máquinas de juego durante décadas.
Durante este periodo se jugaba con carretes giratorios, una palanca, una sola moneda y se ganaban premios cuando coincidían los símbolos de corazones, picas, diamantes, herraduras o campanas.
Cada carrete incluía diez caracteres, lo que daba lugar a un máximo de 1.000 combinaciones diferentes. Los premios se entregaban a mano en las primeras versiones, con un gran premio de veinte monedas de cinco centavos cuando se alineaban tres campanas.
En los primeros años del siglo XX, Herbert Mills, de Chicago (Illinois), creó máquinas tragaperras similares a las de Fey, pero con características adicionales para evitar demandas de plagio. Los rodillos del aparato de Mills tenían hasta 20 símbolos, lo que daba lugar a 8.000 combinaciones potenciales.
Para distinguir sus máquinas de las de Fey, Mills incluyó símbolos de cerezas, naranjas, limones y ciruelas, de ahí el nombre de máquinas de frutas, que sigue siendo popular hoy en día, especialmente en Gran Bretaña.
Década de los 60's
Money Honey fue el primer juego producido por Bally en la década de 1960; revolucionó las tragamonedas. Los juegos de Bally eran el nuevo modelo de tragaperras basado en la estética del Strip de Las Vegas: colores brillantes, ruidos fuertes, luces intermitentes y una promesa de acción trepidante.
La Money Honey contaba con una bandeja metálica en la parte inferior, en la que los premios caían en cascada a un ritmo de seis monedas por segundo, así como un embudo de monedas (un compartimento que contenía 2.500 o más monedas). Bally suministró el 94% de las máquinas tragaperras de Nevada en 1968.
El éxito de Bally provocó un aumento de la popularidad de las tragaperras en Las Vegas, lo que desencadenó una batalla por conseguir máquinas diferentes y mejores. Las características eléctricas de The Money Honey impulsaron la aparición de la incorporación de elementos tecnológicos en los juegos de tragamonedas.
Década de 1980
En 1979, William 'Si' Redd, el distribuidor de Bally's, creó International Gaming Technology (IGT), que dominó el desarrollo y la venta de tragaperras hasta el final de la década. Las primeras tragaperras de vídeo póquer fueron introducidas por IGT, poco después de su creación.
Mientras tanto, Inge Telnaes, un técnico informático, creó un programa de software para máquinas tragaperras que utilizaba un generador de números aleatorios (RNG) en lugar de carretes físicos.
Ahora era posible ofrecer botes con pagos enormes, sin dejar de ganar dinero el casino. Esta tecnología IGT la patentó en 1984. En 1986, lanzó Megabucks, la máquina tragaperras progresiva más grande y popular del mundo.
Década de los 90
Las tragaperras introdujeron premios multilínea y funciones de bonificación a finales de la década de 1990 que hacían aparecer pantallas o rondas de juego adicionales. Las video tragaperras desarrolladas por Aristocrat Leisure Ltd. fueron las primeras en ofrecer premios multilínea.
Una de las primeras funciones de bonificación era una rueda giratoria, que se encontraba en la parte superior de la máquina y se activaba con una combinación especifica de cilindros. En 1997, IGT adquirió los derechos para utilizar el popularísimo programa de televisión estadounidense, Wheel of Fortune en las tragaperras. En 1998, IGT estrenó la primera tragaperras de Elvis.
La transformación de las máquinas tragaperras se ha completado en los últimos años. En este siglo se han desarrollado las máquinas con minijuegos como también con tecnología 3D.
A pesar de que las máquinas parecían y funcionaban como máquinas expendedoras cuando se desarrollaron inicialmente, ahora son similares a los ordenadores personales y a los sistemas de juego y entretenimiento domésticos.
Soy periodista y experto universitario en protocolo. He trabajado en diferentes medios de comunicación como 20 minutos, Las Provincias o Diario 16. Ahora ejerzo labores de community manager, colaboro en blogs y publicaciones digitales. Autor del libro 'Eso no estaba en mi libro de Historia de Roma'.