Revista Cultura y Ocio
El término "Navalmorales" es el plural de Navalmoral que es una unión fonética de 'Nava del Moral aunque en este caso derivaría de Valmoral oValle del Moral, nombre originario del paraje.2 Valmoral es un compuesto del apócope de valle, val, del latín VALLEM y moral3
El nombre se debe a la unión en el siglo XIX de las poblaciones Navalmoral de Pusa y Navalmoral de Toledo.
Historia: Navalmoral de Pusa
Fue territorio que perteneció al Señorío Marquesal de Malpica y que, como algunas poblaciones de alrededor pertenecientes al Señorío de Montalbán.
Fue probablemente conocida y habitada por gente hispano-romana y visigoda: "maganos", "mohenos", "taganos", desapareciendo su rastro hasta su localización entre 1142 y 1145, que ve de nuevo la luz tenuemente con escritos en forma de donaciones de esta población al arzobispo toledano Don Raimundo; en 1209 por parte del Señorío de Montalbán y en 1357, ya una fecha más clara y definitiva, como privilegio fundacional del Señorío de Valdepusa a favor del notario mayor Don Diego Gómez.
Es este acontecimiento el que marca ya en letra impresa la población y es fecha en la que, a partir de entonces, comienza a poblarse el territorio por familias de labradores o familias dedicadas al pastoreo, tal y como se certifica en la carta de población de 1457, otorgada por el mariscal Don Payo de la Rivera, en donde se cita a los moradores de Pozuelo, hoy San Martín de Pusa, que bajo la citada jurisdicción, se pobló con gente nueva, la población de Navalmoral.
Los entronques matrimoniales hacen que el territorio pase a manos de los Afán de la Rivera y de éstos, ya, a últimos del siglo XV, al linaje de los Barroso-Rivera, siendo de esta familia, como ya hemos citado, Don Payo Barroso de la Rivera, quien citó la villa de San Martín y Navalmoral, lo que nos la a entender que al heredar el mayorazgo (1), la población ya había pasado de unas pocas casas-labranzas a consejo; esto ocurriría entre 1486 y 1489.
Siguen posteriormente una serie de oscuros años en donde diversos escritos nos señalan tanto poblamientos como despoblamientos propios de la época: 12 vecinos, mayormente labranceros y propietarios de colmenas, al finalizar el siglo XV; 60 vecinos al comienzo del XVI; 230 vecinos concretamente el año 1594; baja a 160 en el 1646, etc.; asentamiento no definitivos de nuevas gentes, enfermedades como las famosas "tercianas", terrible para los niños, y las fiebres catarrales, muy frecuentes entonces, hacían que tenían población, ya de por sí corta, quedase aún más mermada en cuanto que estos males, hoy una enfermedad más, arreciasen en cualquier época del año.
El primer Concejo de Navalmoral de Pusa dependió de Malpica y el título de Marqués del mismo nombre abarcaba, además de los citados Malpica y Navalmoral, los de San Martín y Santa Ana, la persona de Payo Barroso de la Rivera añadía a estos territoriosde Paría y Valdepeñas, apareciendo en unas publicaciones con el título de Conde de Navalmoral, favor que le fue concedido a jales del siglo XVI, concretamente por el Felipe III, el 2 de Marzo de 1599. Más este Concejo pasó a depender de San Martin, creciendo rápidamente la población las lógicas corrientes inmigratorias, lo hizo que el citado marqués ampliase los terminos de San Martin y Navalmoral para acrecentar su patrimonio y rentas del mayorazgo para que sus vasallos "tiengan con bibir mejor a esttar en la dha mi villa e lugar". En esta situación, las autoridades, alcaldes, alguaciles, regidores, escribanos, así cualquier otro cargo oficial, disfrutabanlos mismos durante un año, siendo nombrados por el correspondiente señor, lo que la sumisión, respeto y obediencia el mismo, fuese un auténtico vasallaje del tiempo en que se vivía; el nombramiento y la aceptación de los cargos se hacía ante la asamblea general de vecinos o concejo abierto a "toque de campana tañida".
Pero son momentos de cambio y, debido a la crítica situación de la Hacienda Pública en el XVII, los reyes concedían, eso sí, a cambio de dinero, privilegios de villa, segregando de los correspondientes señores esta situación de nombramientos. Sacó provecho de todo ello Navalmoral de Pusa y una vez obtenido el consentimiento del Señor de turno, D. Baltasar Barroso de la Rivera, se consiguió del rey Felipe IV, en el 1563, el privilegio de Villa "haciéndose villa de por sí y sobre si con jurisdicción civil y criminal alta y baja mero mixto ymperio", independizándose así de la jurisdicción de San Martin a costa de pagar la tercera parte en plata, la mitad del total al contado y la otra mitad en dos pagos con intereses del 8%.
En esta época contaba la población con 113 vecinos y el monarca para llevar a efecto esta venta-privilegio, comisiona al juez Don Francisco Navarrete para que se traslade al lugar de la incipiente villa, para reunirse un 1 ~ de Octubre en la casa del Cabildo, la Justicia, el Regimiento, así corno todos los vecinos, en concejo público abierto, levantándose acta mediante la cual quedaba segregada Navalmoral de la jurisdicción anterior, dando posesión a los nuevos Alcaldes, Regidores, Procurador General, Mayordomo del concejo, Alcalde de Hermandad y Alguaciles ordinarios.
El 21 de Septiembre de 1653 confirmaba el rey en Madrid él titulo de Villa a esta población mediante Célula y a partir de esta fecha tendría lugar el que: "Alcaldes, y demás oficios del Concejo en la forma que se acostumbra que ha de nombrar en cada año en Consejo, Justicia y Regimiento del dicho lugar y los demás oficios de gobierno". Consecuencia de todo ello hace que se levante "el rollo jurisdiccional" en 1655, columna toscana instalada sobre unas gradas de 5 escalones.
Aunque se pasó de la jurisdicción señorial a la real, la propiedad de las tierras, pastos y aprovechamiento comunales, siguieron perteneciendo al Señor que volvió a hacer algún nombramiento sin derecho alguno, así como pedir algunas reivindicaciones, que si momentáneamente tuvieron éxito, se entablaron una serie de pleitos hasta bien entrado el XIX, en que se firmó una escritura de concordia en el 1827, la cual fue confirmada en Concejo real de orden de Su Majestad Fernando VII (30 Mayo 1828).
Historia: Navalmoral de Toledo
Parejo en su origen y desarrollo al pueblo homónimo y hermano, su raíz en nombre y población, da lugar a innumerables criterios; pero parece ser que en este caso y en este lugar abundaban las moreras, había una nava junto al arroyo y una fuente rodeada de morales, lo que dio lugar al nombre de Naval Moral, agregándose la acepción de Toledo por pertenecer al Señorío del mismo nombre.
En los estudios y hallazgos hechos, al igual que en la población vecina, se encontraron restos romanos como un toro de mármol blanco, que pudo ser la figura incompleta de una matrona romana del siglo III después de J.C., o tal vez hiciese referencia a Ceres, divinidad romana dedicada a la agricultura.
Ya en los escritos encontrados del siglo XVIII, se apunta que los primeros habitantes del lugar pudieron ser labranceros de la vecina Puebla de Montalbán, apellidados Huete y Escalonilla o bien por otra parte se cita a labradores de Hontanar que, trashumando por estos lugares, pastaban con sus ganados, llegando a formar un pequeño núcleo de población, más o menos estable, que no tardó en depender de las leyes de Toledo y que ya aparece como tal en el documento de Pedro 1 de fecha 26 de Mayo de 1357, en donde al crear el Señorío de Valdepusa, se señala en sus limites a Naval Moral en su parte Este. Lo cierto es que esto ocurría al finalizar el siglo XIII y que este territorio formó parte de la Cuadrilla de Santa María de la Herrera, lindando con la Moraleja, el estado de Montalbán y el territorio de Malpica, según escritos que nos sitúan en 1551.
Por problemas con el Ayuntamiento de Toledo sobre el arbolado de los Montes, rompimiento de tierras y cortes de madera en 1550, se reúnen las seis cuadrillas más importantes de la zona, que se repartían las tierras y pueblos de la comarca, representando a la de Santa María de la Herrera el vecino de Navalmoral de Toledo Lorenzo Avila, que un poco más tarde, y con los representantes de las cuadrillas de Milagro y San Pablo, actuaría ante el propio Rey para ser "defendidos y amparados en nuestras fuerzas y vínculos y firmezas y privilegios, cartas pueblas, usos, costumbres, para la confirmación y amparo de nuestras viviendas y de nuestros hijos y sucesores".
De esta manera trataban de defenderse estos humildes vecinos ante la Capital y el propio Rey. Su fuerza, su vigor y mandato, brotaba de la más profunda entraña democrática que emanaba de sus patriarcales Concejos abiertos, que expresaban la más pura libertad municipal rural.
El libro de las Relaciones de Felipe II, siempre es pauta para cualquier labor de investigación y, el mismo, nos dice: que en el año 1576, Navalmoral de Toledo contaba con 150 vecinos; lugar frió pero sano, aunque más tarde, y al igual que al pueblo hermano, también atacase virulentamente el paludismo, llamado entonces "terciana", (2) que era el lamento general de las dos poblaciones, junto con las "fiebres catarrales ardientes". más tarde conocida como tuberculosis; clima saludable para los males de cabeza, pero perjudicial para las heridas de las piernas.
Tierras ásperas, pero con abundante leña y, consecuentemente, poco labrantío; atendiendo la población los molinos harineros con que contaba la misma, así como un molino de papel de estraza en el río Cedena, surtiéndose los habitantes del agua de una fuente que había entre los dos pueblos. En el 1600 los ganados de Navalmoral de Toledo, que disfrutaba de la comunidad de pastos de los montes de Toledo, tiene que pastar en los campos de su homónimo de Pusa.
Los escritos consultados nos cuentan que en el año 1621, el 24 de Febrero, se reúnen a "campana tañida", en Concejos abiertos, para proponer las Justicias que habían de regir hasta la misma fecha del año siguiente y para sustituir los Alcaldes tanto de Justicia ordinaria como los de Hermandad; estos últimos siempre auxiliados por dos cuadrilleros y citamos aquí apellidos para comprobar la existencia y continuidad de los mismos en la actualidad: Antonio Sánchez Belvís y Alonso López Cedenilla como alcaldes, y como regidores, mayordomos, alguaciles, etc., los Sánchez de la Iglesia, Espinosa, Sánchez de Huete; Pineda, Gómez Magán, Rivera, etc., y como suplentes de los mismos figuraron: "Juan de la Iglesia, Manuel Morales y Francisco de Rivera para la alcaldía. Juan Barroso, José Pérez, Gabriel Muñoz y Manuel Sánchez-Huete como regidores, mientras que Joaquín Sánchez y Nicolás Sánchez Mencía actuaban de alguaciles, dando fe de todo ello como escribano Alonso Hidalgo".
Historia
Aparece por primera vez, como Vallmoral, en un documento del 5 de febrero de 1209 en el que Alfonso VIII dona a Alfonso Téllez la villa deMontalbán con sus términos correspondientes: «Ex parte Talauarie per ualle sicco, comodo vadit uia ad illos Mosaraues, et comodo pergit ad illa calsata, et sicut uadit ad Vallmoral, et deinde Naualuciellos, et postea usque ad illum portum, et deinde usque ad Mauros quantum potueritis»5
Durante la Guerra de Independencia fue hecho prisionero en la población Baldomero de Torres, capitán de una partida de guerrilleros.
Hasta 1835 Los Navalmorales eran dos localidades independientes, Navalmoral de Pusa y Navalmoral de Toledo, por pertenecer, respectivamente, a las jurisdicciones del señorío de Valdepusa y de la ciudad de Toledo. Ambos municipios se encontraban separados físicamente por el arroyo de El Lugar o de La Fuente, denominado actualmente con el mismo nombre de la localidad. El 23 de septiembre de 1833 se reunieron ambos ayuntamientos para decidir su unión, tras lo cual acordaron por unanimidad solicitarlo a Fernando VII. La muerte del rey por aquellos días retrasaría dos años la concesión.
Navalmoral de Pusa parece haber sido fundado en el siglo XIV por «criados del Marqués de Malpica»,4 y dependió, desde su fundación, de San Martín de Pusa. Deseando su libertad jurisdiccional, entregaron a Felipe IV 17.000 reales en los servicios de los 24 millones que le otorgó el reino y, como premio, el monarca le hizo villa; pero esto no fue en 1655, como apunta Madoz en su Diccionario geográfico, sino mediante una cédula de 21 de septiembre de 1653, según aparece en el privilegio de villazgo, que se conserva en el archivo municipal.6
A mediados del siglo XIX tenía 760 casas y el presupuesto municipal ascendía a 35.461 reales de los cuales 4.000 eran para pagar al secretario.4
Dentro de su término municipal se encuentra el despoblado de Santa María de la Herrera cuyo origen se remonta a finales del siglo XII. Su nombre pudo deberse a una antigua iglesia o santuario dedicado a Santa María y a unas minas y herrerías.
Fuente: Wikipediahttp://www.losnavalmorales.net/
El nombre se debe a la unión en el siglo XIX de las poblaciones Navalmoral de Pusa y Navalmoral de Toledo.
Historia: Navalmoral de Pusa
Fue territorio que perteneció al Señorío Marquesal de Malpica y que, como algunas poblaciones de alrededor pertenecientes al Señorío de Montalbán.
Fue probablemente conocida y habitada por gente hispano-romana y visigoda: "maganos", "mohenos", "taganos", desapareciendo su rastro hasta su localización entre 1142 y 1145, que ve de nuevo la luz tenuemente con escritos en forma de donaciones de esta población al arzobispo toledano Don Raimundo; en 1209 por parte del Señorío de Montalbán y en 1357, ya una fecha más clara y definitiva, como privilegio fundacional del Señorío de Valdepusa a favor del notario mayor Don Diego Gómez.
Es este acontecimiento el que marca ya en letra impresa la población y es fecha en la que, a partir de entonces, comienza a poblarse el territorio por familias de labradores o familias dedicadas al pastoreo, tal y como se certifica en la carta de población de 1457, otorgada por el mariscal Don Payo de la Rivera, en donde se cita a los moradores de Pozuelo, hoy San Martín de Pusa, que bajo la citada jurisdicción, se pobló con gente nueva, la población de Navalmoral.
Los entronques matrimoniales hacen que el territorio pase a manos de los Afán de la Rivera y de éstos, ya, a últimos del siglo XV, al linaje de los Barroso-Rivera, siendo de esta familia, como ya hemos citado, Don Payo Barroso de la Rivera, quien citó la villa de San Martín y Navalmoral, lo que nos la a entender que al heredar el mayorazgo (1), la población ya había pasado de unas pocas casas-labranzas a consejo; esto ocurriría entre 1486 y 1489.
Siguen posteriormente una serie de oscuros años en donde diversos escritos nos señalan tanto poblamientos como despoblamientos propios de la época: 12 vecinos, mayormente labranceros y propietarios de colmenas, al finalizar el siglo XV; 60 vecinos al comienzo del XVI; 230 vecinos concretamente el año 1594; baja a 160 en el 1646, etc.; asentamiento no definitivos de nuevas gentes, enfermedades como las famosas "tercianas", terrible para los niños, y las fiebres catarrales, muy frecuentes entonces, hacían que tenían población, ya de por sí corta, quedase aún más mermada en cuanto que estos males, hoy una enfermedad más, arreciasen en cualquier época del año.
El primer Concejo de Navalmoral de Pusa dependió de Malpica y el título de Marqués del mismo nombre abarcaba, además de los citados Malpica y Navalmoral, los de San Martín y Santa Ana, la persona de Payo Barroso de la Rivera añadía a estos territoriosde Paría y Valdepeñas, apareciendo en unas publicaciones con el título de Conde de Navalmoral, favor que le fue concedido a jales del siglo XVI, concretamente por el Felipe III, el 2 de Marzo de 1599. Más este Concejo pasó a depender de San Martin, creciendo rápidamente la población las lógicas corrientes inmigratorias, lo hizo que el citado marqués ampliase los terminos de San Martin y Navalmoral para acrecentar su patrimonio y rentas del mayorazgo para que sus vasallos "tiengan con bibir mejor a esttar en la dha mi villa e lugar". En esta situación, las autoridades, alcaldes, alguaciles, regidores, escribanos, así cualquier otro cargo oficial, disfrutabanlos mismos durante un año, siendo nombrados por el correspondiente señor, lo que la sumisión, respeto y obediencia el mismo, fuese un auténtico vasallaje del tiempo en que se vivía; el nombramiento y la aceptación de los cargos se hacía ante la asamblea general de vecinos o concejo abierto a "toque de campana tañida".
Pero son momentos de cambio y, debido a la crítica situación de la Hacienda Pública en el XVII, los reyes concedían, eso sí, a cambio de dinero, privilegios de villa, segregando de los correspondientes señores esta situación de nombramientos. Sacó provecho de todo ello Navalmoral de Pusa y una vez obtenido el consentimiento del Señor de turno, D. Baltasar Barroso de la Rivera, se consiguió del rey Felipe IV, en el 1563, el privilegio de Villa "haciéndose villa de por sí y sobre si con jurisdicción civil y criminal alta y baja mero mixto ymperio", independizándose así de la jurisdicción de San Martin a costa de pagar la tercera parte en plata, la mitad del total al contado y la otra mitad en dos pagos con intereses del 8%.
En esta época contaba la población con 113 vecinos y el monarca para llevar a efecto esta venta-privilegio, comisiona al juez Don Francisco Navarrete para que se traslade al lugar de la incipiente villa, para reunirse un 1 ~ de Octubre en la casa del Cabildo, la Justicia, el Regimiento, así corno todos los vecinos, en concejo público abierto, levantándose acta mediante la cual quedaba segregada Navalmoral de la jurisdicción anterior, dando posesión a los nuevos Alcaldes, Regidores, Procurador General, Mayordomo del concejo, Alcalde de Hermandad y Alguaciles ordinarios.
El 21 de Septiembre de 1653 confirmaba el rey en Madrid él titulo de Villa a esta población mediante Célula y a partir de esta fecha tendría lugar el que: "Alcaldes, y demás oficios del Concejo en la forma que se acostumbra que ha de nombrar en cada año en Consejo, Justicia y Regimiento del dicho lugar y los demás oficios de gobierno". Consecuencia de todo ello hace que se levante "el rollo jurisdiccional" en 1655, columna toscana instalada sobre unas gradas de 5 escalones.
Aunque se pasó de la jurisdicción señorial a la real, la propiedad de las tierras, pastos y aprovechamiento comunales, siguieron perteneciendo al Señor que volvió a hacer algún nombramiento sin derecho alguno, así como pedir algunas reivindicaciones, que si momentáneamente tuvieron éxito, se entablaron una serie de pleitos hasta bien entrado el XIX, en que se firmó una escritura de concordia en el 1827, la cual fue confirmada en Concejo real de orden de Su Majestad Fernando VII (30 Mayo 1828).
Historia: Navalmoral de Toledo
Parejo en su origen y desarrollo al pueblo homónimo y hermano, su raíz en nombre y población, da lugar a innumerables criterios; pero parece ser que en este caso y en este lugar abundaban las moreras, había una nava junto al arroyo y una fuente rodeada de morales, lo que dio lugar al nombre de Naval Moral, agregándose la acepción de Toledo por pertenecer al Señorío del mismo nombre.
En los estudios y hallazgos hechos, al igual que en la población vecina, se encontraron restos romanos como un toro de mármol blanco, que pudo ser la figura incompleta de una matrona romana del siglo III después de J.C., o tal vez hiciese referencia a Ceres, divinidad romana dedicada a la agricultura.
Ya en los escritos encontrados del siglo XVIII, se apunta que los primeros habitantes del lugar pudieron ser labranceros de la vecina Puebla de Montalbán, apellidados Huete y Escalonilla o bien por otra parte se cita a labradores de Hontanar que, trashumando por estos lugares, pastaban con sus ganados, llegando a formar un pequeño núcleo de población, más o menos estable, que no tardó en depender de las leyes de Toledo y que ya aparece como tal en el documento de Pedro 1 de fecha 26 de Mayo de 1357, en donde al crear el Señorío de Valdepusa, se señala en sus limites a Naval Moral en su parte Este. Lo cierto es que esto ocurría al finalizar el siglo XIII y que este territorio formó parte de la Cuadrilla de Santa María de la Herrera, lindando con la Moraleja, el estado de Montalbán y el territorio de Malpica, según escritos que nos sitúan en 1551.
Por problemas con el Ayuntamiento de Toledo sobre el arbolado de los Montes, rompimiento de tierras y cortes de madera en 1550, se reúnen las seis cuadrillas más importantes de la zona, que se repartían las tierras y pueblos de la comarca, representando a la de Santa María de la Herrera el vecino de Navalmoral de Toledo Lorenzo Avila, que un poco más tarde, y con los representantes de las cuadrillas de Milagro y San Pablo, actuaría ante el propio Rey para ser "defendidos y amparados en nuestras fuerzas y vínculos y firmezas y privilegios, cartas pueblas, usos, costumbres, para la confirmación y amparo de nuestras viviendas y de nuestros hijos y sucesores".
De esta manera trataban de defenderse estos humildes vecinos ante la Capital y el propio Rey. Su fuerza, su vigor y mandato, brotaba de la más profunda entraña democrática que emanaba de sus patriarcales Concejos abiertos, que expresaban la más pura libertad municipal rural.
El libro de las Relaciones de Felipe II, siempre es pauta para cualquier labor de investigación y, el mismo, nos dice: que en el año 1576, Navalmoral de Toledo contaba con 150 vecinos; lugar frió pero sano, aunque más tarde, y al igual que al pueblo hermano, también atacase virulentamente el paludismo, llamado entonces "terciana", (2) que era el lamento general de las dos poblaciones, junto con las "fiebres catarrales ardientes". más tarde conocida como tuberculosis; clima saludable para los males de cabeza, pero perjudicial para las heridas de las piernas.
Tierras ásperas, pero con abundante leña y, consecuentemente, poco labrantío; atendiendo la población los molinos harineros con que contaba la misma, así como un molino de papel de estraza en el río Cedena, surtiéndose los habitantes del agua de una fuente que había entre los dos pueblos. En el 1600 los ganados de Navalmoral de Toledo, que disfrutaba de la comunidad de pastos de los montes de Toledo, tiene que pastar en los campos de su homónimo de Pusa.
Los escritos consultados nos cuentan que en el año 1621, el 24 de Febrero, se reúnen a "campana tañida", en Concejos abiertos, para proponer las Justicias que habían de regir hasta la misma fecha del año siguiente y para sustituir los Alcaldes tanto de Justicia ordinaria como los de Hermandad; estos últimos siempre auxiliados por dos cuadrilleros y citamos aquí apellidos para comprobar la existencia y continuidad de los mismos en la actualidad: Antonio Sánchez Belvís y Alonso López Cedenilla como alcaldes, y como regidores, mayordomos, alguaciles, etc., los Sánchez de la Iglesia, Espinosa, Sánchez de Huete; Pineda, Gómez Magán, Rivera, etc., y como suplentes de los mismos figuraron: "Juan de la Iglesia, Manuel Morales y Francisco de Rivera para la alcaldía. Juan Barroso, José Pérez, Gabriel Muñoz y Manuel Sánchez-Huete como regidores, mientras que Joaquín Sánchez y Nicolás Sánchez Mencía actuaban de alguaciles, dando fe de todo ello como escribano Alonso Hidalgo".
Historia
Aparece por primera vez, como Vallmoral, en un documento del 5 de febrero de 1209 en el que Alfonso VIII dona a Alfonso Téllez la villa deMontalbán con sus términos correspondientes: «Ex parte Talauarie per ualle sicco, comodo vadit uia ad illos Mosaraues, et comodo pergit ad illa calsata, et sicut uadit ad Vallmoral, et deinde Naualuciellos, et postea usque ad illum portum, et deinde usque ad Mauros quantum potueritis»5
Durante la Guerra de Independencia fue hecho prisionero en la población Baldomero de Torres, capitán de una partida de guerrilleros.
Hasta 1835 Los Navalmorales eran dos localidades independientes, Navalmoral de Pusa y Navalmoral de Toledo, por pertenecer, respectivamente, a las jurisdicciones del señorío de Valdepusa y de la ciudad de Toledo. Ambos municipios se encontraban separados físicamente por el arroyo de El Lugar o de La Fuente, denominado actualmente con el mismo nombre de la localidad. El 23 de septiembre de 1833 se reunieron ambos ayuntamientos para decidir su unión, tras lo cual acordaron por unanimidad solicitarlo a Fernando VII. La muerte del rey por aquellos días retrasaría dos años la concesión.
Navalmoral de Pusa parece haber sido fundado en el siglo XIV por «criados del Marqués de Malpica»,4 y dependió, desde su fundación, de San Martín de Pusa. Deseando su libertad jurisdiccional, entregaron a Felipe IV 17.000 reales en los servicios de los 24 millones que le otorgó el reino y, como premio, el monarca le hizo villa; pero esto no fue en 1655, como apunta Madoz en su Diccionario geográfico, sino mediante una cédula de 21 de septiembre de 1653, según aparece en el privilegio de villazgo, que se conserva en el archivo municipal.6
A mediados del siglo XIX tenía 760 casas y el presupuesto municipal ascendía a 35.461 reales de los cuales 4.000 eran para pagar al secretario.4
Dentro de su término municipal se encuentra el despoblado de Santa María de la Herrera cuyo origen se remonta a finales del siglo XII. Su nombre pudo deberse a una antigua iglesia o santuario dedicado a Santa María y a unas minas y herrerías.
Fuente: Wikipediahttp://www.losnavalmorales.net/
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