Revista En Femenino
A veces, con todas las cosas malas que pasan en el mundo, comienzas a perder la confianza en la humanidad, pero a veces la vida te da pequeñas pinceladas de que aún existe. Y eso me pasó hace unas dos semanas. Lo compartí en mi Instagram pero quiero que quede reflejado en mi blog, porque me parece precioso.
Un domingo por la mañana, me fui a solas con Grulita al parque, el papi y mi mayor estaban viendo el partido de su equipo favorito.
Grulita, quería subir al columpio y mientras la columpiaba se acercó una niña , dos años mayor que ella junto con su padre, con rostro cansado de haber sufrido en la vida, una persona muy humilde.
El padre, comenzó a hablarme y acontarme que estaba muy feliz porque al final tenía a su hija en su casa ,después que un juez le quitara la custodia de su hija y la madre se la llevase a otra provincia, no se si es de formación profesional, pero la gente tiende a contarme su vida sin conocerme... yo sinceramente, no contaría estas cosas a una o un desconocido... pero bueno, yo por supuesto escuché su historia.
La niña, muy madura para la edad que tenía, decía que estaba muy contenta porque iba a volver a su cole, con sus amiguitos y que iba aestar con su papá, porque le echaba mucho de menos, y otras cosas que alucinariais. Cuando escucho estas cosas pienso, la suerte que tienen mis hijos o la suerte que he tenido yo ( a pesar que de que sea hija de padres divorciados) ...porque tela marinera la de historias tristes que hay.
El caso es que la nena, llevaba un patinete de Frozen, y el padre me dijo que se lo regalaba a Grulita.
El patinete estaba nuevo, claro, yo le dije que me sabía mal, que estaba nuevo que como me lo iba a regalar. El hombre me insitió y me dijo que a su hija ya le venía pequeño, y que él le enseñaba a su hija que había que compartir, y que cuando algo no se utiliza hay que darlo para que otros niños lo puedan utilizar y puedan difrutarlo, porque en esta vida nos tenemos que ayudar unos a otros, y es tontería tenerlo ahí parado sin utilizar. Más de uno ,si fuera el caso, estaríamos pensando en subirlo al Wallapop o cosas similares, seamos sinceros, o se lo regalíramos a alguien conocido.
Para mi sorpresa, la niña, felizmente le dio el patinete a mi niña, podría ser que ella hubiese dicho que no, o se pusiera a llorar, no olvidemos que solo tenía cuatro años, pero todo lo contrario.
Tendríais que haber visto a mi hija lo feliz que le hicieron y el dominio que tiene con del patinete.
Así que le estoy tremendamente agradecida, el detallazo que tuvo, que sin conocernos nos regalara el patín .Siempre he pensado que la gente más humilde, es la más generosa, está claro que hay de todo, pero esto confirma mi regla.
Estos gestos, son tan bonitos...que hacen que vuelvas a confiar en la humanidad ¿ verdad?
¡ Feliz martes!