La estupidez humana ha tenido el gusto de ofrecernos, en unos pocos días, tres historias que tienen un denominador común: el racismo. Tan denigrante actitud, que parece se resiste a desaparecer y a la cual le trae al pairo cualquier viento de cambio, que ni se inmuta ante el progreso de los tiempos, no teme al ridículo ni al escarnio público. El odio se transmite por herencia, se aprende por ignorancia y se expresa con violencia. Tres aspectos que hay que ir desactivando con paciencia, con el peso de la ley, con una inundación de cultura y con algo que se denomina mundología.
La primera historia tiene como protagonista al conocido jugador de F.C.Barcelona, Dani Alves y un plátano. El jugador estaba ya cansado que siempre hubiera en la grada un tonto muy tonto dispuesto a arrojarle tan típico producto de las Islas Canarias, para de esta forma dar a entender que, por su color de piel, era más parecido a un mono que a otra cosa. Decidió que, si le sucedía una vez más, optaría por comérselo. Dicho y hecho. Como es casi imposible no encontrar a un energúmeno o más en una muchedumbre, en el partido disputado en el campo del Villarreal, un individuo le lanzó un plátano a Dani Alves, que, con toda la parsimonia del mundo, lo peló y se lo comió mientras realizaba un saque de esquina. Tan sorprendente gesto ha hecho correr una ola de simpatía en la que muchos se han sumado, sobre todo deportistas, fotografiándose acompañados por un plátano, hecho que ha congratulado no sólo a los que detestan el racismo, sino también a los productores canarios de tan sana fruta, que ya no saben cómo agradecer tan fabulosa e improvisada campaña publicitaria.
"Me molesta mucho que quieras difundir que te estás asociando con gente negra. ¿Tienes que hacerlo? Puedes dormir con ellos. Puedes traerlos aquí. Puedes hacer lo que quieras. Lo poco que te pido es que no lo promociones y que no los lleves a mis partidos...En tu mierda de Instagram, no tienes que mostrarte junto a negros (en este caso junto a Magic Jhonson)". Con estas hermosas palabras iniciamos la tercera historia de esta entrada. Fueron pronunciadas por el propietario del equipo de la NBA, Los Ángeles Clippers, Donald Sterling, a su novia de origen mexicano y afroamericano. Lo curioso de este ejemplar humano es que rige los destinos de un equipo de baloncesto plagado de negros y no precisamente de nórdicos, que le es indiferente que a su novia se la pase por la piedra una tribu de masáis mientras no acudan como espectadores de un partido, lo que le convierte en... (rellenen los puntos suspensivos a su gusto). Después de tan iluminadas declaraciones, Donald Sterling, fue premiado con una reprimenda del Presidente de los Estados Unidos, que encima es negro, con una multa de 2,5 millones de dólares y con una suspensión de por vida por parte de la NBA.
El último de nuestros relatos tiene como protagonista a un tipo de una bonhomía desbordante. Se trata de Frazier Glenn Cross, ex dirigente del Ku Klux Klan, quien está siendo juzgado actualmente por el asesinato de tres personas que pasaban cerca del Centro Comunitario Judío de Kansas City. Frazier había sido confidente del FBI tras negociar una reducción de condena por posesión ilegal de armas. Lo curioso del asunto es que se ha conocido una noticia de los años 80 de nuestro protagonista. Por aquella época fue sorprendido en el asiento trasero de su coche con un chapero (chapero no es quien colecciona chapas, es un prostituto) negro vestido de mujer. Al pillarlo con las manos en la masa, y sabiendo quien era nuestro amigo Frazier, argumentó que había acudido a tan caliente cita para pegarle una paliza a un negro de insanas y pervertidas costumbres. Fue detenido y, según el fiscal federal J. Douglas McCullough, la actitud del ex miembro del Ku Klux Klan no era tan hostil, ya que “Fue muy impactante a causa de las posturas personales que mantenía. Preferiría no entrar en los detalles. Son más bien lascivos. Creo que los hechos hablan por sí mismos y la gente puede sacar sus propias conclusiones acerca de su incongruencia". Ya saben lo que dicen, únete a tu enemigo para conocerlo mejor y si es por detrás mejor.
LA CARA ES EL ESPEJO DEL ALMA