“Vi una explosión brillante, vi amarillo, plata y naranja y todo tipo de colores que no puedo explicar. Esos colores vinieron y nos atacaron. Las vigas de madera del techo de la escuela junto con el cristal de la ventana se rompieron y desaparecieron al mismo tiempo".
Los milagrosos supervivientes de los crueles bombardeos atómicos sobre Nagasaki e Hiroshima son conocidos como los Hibakusha, que significa "personas afectadas por la explosión". Las bombas mataron a más de 100.000 personas, y los pocos Hibukashi que van quedando vivos continúan contando la historia de los horrores que vieron y vivieron. Son defensores de la paz que temen que con el tiempo la gente se olvide de los horrores de la guerra nuclear.
La foto que muestra a esta joven sonriente Hibakusha fue tomada por Yōsuke Yamahata.
Yamahata que aprendió de su padre Shōgyoku, fue a Tokio en 1925 para estudiar en la Universidad Hosei, pero abandonó en 1936 para trabajar en GT Sun, una compañía fotográfica dirigida por su padre. A partir de 1940 trabajó como fotógrafo militar en China y en otras partes de Asia fuera. Regresó a Japón en 1942.
Un día después del bombardeo de Nagasaki, Yamahata se dedicó a fotografiar la devastación producida por la explosión de 21 kilotones de la bomba Fat Man, lanzada desde el bombardero B-29 Bockscar. Durante doce horas, tomó alrededor de cien fotografías, siendo el único registro fotográfico extenso de las consecuencias inmediatas del bombardeo atómico de Hiroshima o Nagasaki, convirtiéndose en uno de los documentos fotográficos más poderosos y asombrosos que se haya hecho nunca.
Estas fotografías aparecieron en la edición del 21 de agosto de 1945 del Mainichi Shinbun, uno de los principales periódicos de Japón. En 1995, en el 50 aniversario de los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki, se publicó un libro imprescindible con sus fotografías, acompañado por textos históricos informativos y una entrevista con el fotógrafo, el libro es una obra de gran importancia en la historia de la fotografía y de la Segunda Guerra Mundial.
Yamahata enfermó en 1965, con 48 años, cuando se cumplían el vigésimo aniversario del bombardeo de Hiroshima. Fue diagnosticado con cáncer terminal del duodeno, probablemente causado por los efectos residuales de la radiación recibida en Nagasaki en 1945. Está enterrado en el cementerio de Tama en Tokio.
Para saber más:
Nagasaki Journey: The Photographs of Yosuke Yamahata August 10, 1945Nagasaki Peace MuseumExploratoriumAminoCultura Colectiva