Revista Expatriados

Historia de una llegada al mundo – primera parte

Por Spanierin

Érase una vez un nublado día de noviembre. Uno cualquiera, en el que lo único que había planeado en el horizonte era una visita rutinaria al hospital para saber cómo estaba Monete y para que registraran nuestros datos. Nada que yo no conociera, ya que cuando nació el niño de esa amiga a la que llaman mi hermana la acompañé a pasar la mañana allí y ya tomé nota de todo.

Ya me imaginaba el proceso: yo llegaría al mostrador de recepción, daría mis datos, me harían la revisión normal que me hace mi ginecóloga cada vez que voy, a lo que se sumaría un control de los latidos del corazón del bebé, me darían unos cuantos papeles con información importante de cara al registro del recién nacido, y ala, para casa. Hasta que te toque realmente.

Ya sabía de antemano que en mi caso se añadiría un punto más a esta lista, pero no tenía ni la menor idea de lo que realmente acabaría siendo aquella visita.

En realidad no todo transcurrió tan bien como tendría que haber ido. Estuvimos allí dentro más de 4 horas en las que pasaron muchas cosas y recibimos muchas noticias - más de las que nos hubiera gustado. Y no todas del todo buenas.

Monete sigue conmigo, es decir, todavía no ha nacido...

Si escribo estas líneas es porque los próximos días y semanas serán complicados y no voy a tener tiempo ni de pasarme por aquí, ni de escribiros uno a uno para contaros qué está pasando y cómo va la cosa, ni probablemente de contestaros. Lo siento. Os pido paciencia. No me preguntéis qué está ocurriendo. No me preguntéis cómo estoy. No me digáis que lo sentís. No hace falta que me mandéis mensajes por whatsapp. No os voy a contestar. No os asustéis. Pensad en mí y pensad en Monete y en que todo va a salir bien. Con eso me vale. Igual que las flores de loto florecen en el barro, nosotros también saldremos adelante en medio de esta pesadilla . Y todo saldrá bien. Estoy segura de ello. Dejemos que todo transcurra como tiene que ir, que después ya habrá tiempo para todo.

PS. Ya sabéis que no me gusta poner por aquí nombres propios, así que si alguien quiere dejar un comentario, os ruego que, aquellos que lo sabéis, no escribáis el nombre de Monete. Gracias de nuevo.


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