¡Mis bellas luces! quería contarles algo que me sucedió ayer, me encontraba en una tienda por departamentos, esperando a unas mamis que teníamos citadas para tomarles las huellitas a sus Bebés y en el transcurso, miraba pasar frente a mí a una hermosa familia, papi, mami con un Bebé recién nacido en brazos y dos niños corriendo, una mujercita de 6 años (que me explicó después que era su sobrina) y un niño de 3 años.
La escena era la siguiente: el niño de 3 años, cogía los juguetes y corría con ellos por toda la tienda, mientras la niña de 6 años, corría detrás de él, el papá nervioso, la mamá sudaba del cansancio (rondaba por los 40 años) y el papá se notaba a su vez muy nervioso y cansado. En medio del correteo, el padre paró al niño y le llamó la atención con un tono de voz fuerte, lo que llevó a voltear la mirada de muchas personas de la tienda, el pequeño, se detuvo a escuchar la llamada y siguió corriendo, lo cual me llevó a pensar, que era una situación familiar para él. El padre se alejó a hacer unos trámites y la madre, pidió sentarse donde yo me encontraba, se veía nerviosa, cansada, aturdida…
Comenzamos a hablar, ella se excusaba conmigo constantemente acerca del comportamiento de su hijo, yo le reiteraba que no se preocupara, que estaba bien, que es un niño y lo veía divertirse… cada vez que el niño pasaba corriendo delante de nosotras, ella le llamaba la atención: ¡Detente!, ¡Deja los juguetes en su sitio!, se volteó a mirarme y me contó que había tenido un parto difícil, tuvo preclampsia y estuvo en cuidados intensivos, no tenía ayuda en la casa y su esposo trabajaba todo el día, literalmente, no daba mas… conozco la sensación, creo que toda madre la conoce…
Traté de darle amor en cada una de mis palabras, diciéndole que la comprendía, que debe de ser muy difícil para ella, pero que va a pasar, es solo un tiempo, que trate de estar tranquila, de ver las cosas desde otra perspectiva, que sí, el cansancio físico nos puede jugar malas pasadas, pero que trate de trabajar la parte mental, la perspectiva de las cosas, le dije que se sintiera bendecida de tener una hermosa familia, 2 hijos sanos, el que ella también estuviera ahora bien y pudiera ver crecer a sus hijos… me dijo que si, el cansancio y el agotamiento le habían jugado tan malas pasadas que hasta había llegado a pegarle a su hijo para que entendiera, incluso me dijo, he usado el cinturón de 3 puntas, el cual, no tengo idea de cual es, pero noté que la voz le tembló al decírmelo, la mirada la puso fija en mi, en ver mi reacción, esperando cualquier movimiento mío de desaprobación… aquí hago un alto, sé que muchas de ustedes lo primero que se les vendrá por la mente, son pensamientos negativos en torno a ella… y por eso hago un alto, recuerden, NO SE JUZGA, por mas difícil que parezca, especialmente en este tipo de situaciones, juzgando, no llegamos a nada y juzgar mis bellas, es una manifestación del ego, juzgando, decimos indirectamente, yo soy mejor que tú porque no lo hago… y no, no estamos para eso, estamos para apoyarnos, ayudarnos, crecer juntas en consciencia. Mi rostro en cambio fue de amor, de compasión, no de comprensión ni de justificación, de compasión, hacia esta hermosa mujer que se abría conmigo, traté de sentir su energía, era confundida, apesadumbrada, triste, cansada, confundida y hasta solitaria…. sentía todo eso…
Pensé, en que momento se llega a eso, en qué momento una madre llega a perder el rumbo… veía a su hijo correr, mientras la niña lo correteaba por detrás y ella me decía, mi sobrina si es maravillosa, mi sobrina es un ejemplo, mientras que mi hijo… pero yo solo veía a un niño corriendo feliz, siendo correteado por su prima, él estaba jugando, él no conocía de los peligros de perderse en una tienda o de hacerse daño mientras corría, él simplemente ERA… tanto que aprender de ellos… y mientras yo veía eso a un niño sano, feliz, ella veía a un niño maleducado, travieso, terrible, todo eso, mezclado con el agotamiento que tenía, era una bomba a punto de explotar. Como digo, nada, NADA justifica el agredir a un niño, pero está claro, que esa madre necesitaba apoyo… me hubiese gustado hablar mas con ella, me hubiese gustado decirle lo que yo veía, me hubiese gustado decirle que mientras su hijo corría de espaldas, yo veía a mi hijo que ya no está acá conmigo, yo veía a Noah, cuánto hubiese dado para que sea mi hijo el que corriera feliz, sano… pensé en él y le pedí a Noah que ayudara a esta hermosa mujer…
Mi bellas, no nos exijamos tanto, disfrutemos de la vida, si estamos en un lugar público y si nuestro hijo corre el riesgo de perderse o hacerse daño, expliquémosles con amor, digámosles que nos preocupamos por ellos, que tenemos temor que se hagan daño, digánles también que mamá está cansada y no puede correr detrás de ellos, ellos a esa edad, ¡están solo jugando!, si necesitan decírselo de manera mas firme, háganlo, pero nunca haciéndoles daño, asustándolos o faltándoles el respeto y si sienten que se van a estresar, que no van a poder, entonces salgan, dejen de comprar lo que necesitan o pasearse por la tienda, nada es mas importante que su hijo, ¡nada!.
Y aquí unos recordatorios:
- Nunca, NUNCA, digan cosas negativas acerca de su hijo o lo etiqueten, menos delante de personas desconocidas, siempre cuando quieran explicarles algo o llamarles la atención díganles, mi amor, tú eres un niño maravilloso, extraordinario y muy inteligente (primero lo positivo), no quisiera que te hagas daño mientras corres, ¿entiendes a mamá?, poco a poco, los niños responderán positivamente.
- No llamen su atención todo el tiempo: ¡te digo que comas! ¡termina tu comida! ¿porque no comes? ¿ya vas a terminar?, los niños sienten que de esa forma llaman tu atención, no les repitas tantas veces, ¿a ti tampoco te gusta que te repitan las cosas tantas veces, verdad?, al no repetirlas, los niños se darán cuenta que no llaman tu atención y terminarán de comer, claro, también se consecuente con lo que dices, no los dejes tampoco pararse y ver la televisión si no comen, si tu por ejemplo le has dicho que si no termina su plato no se va a levantar de la mesa o no va a ver tele, pues cúmplelo… si, te preguntarás, pero mi hijo se levanta solo de la mesa (tengo 3 hijos y hombres, ya me las sé todas), pues lo vuelves a sentar, pero sin decirle nada, la primera vez lo hará dos, tres, cuatro veces, lo sigues llevando, pero tranquila, sin alterarte, no grites, no pierdas los papeles, todo esto parte de la educación ¡y respetuosa!.
- Tampoco digas la palabrita SIEMPRE o NUNCA: porque tú siempre dejas tus zapatos acá, porque tu siempre interrumpes o porque tu nunca terminas lo que haces, porque tu nunca haces lo que te digo… ahí también los estás etiquetando, sutilmente, pero lo haces, ¿como puede ser que lo hagan siempre o no lo hagan nunca, si recién acaban de llegar hace poquísimo a este mundo?, cuidemos nuestras palabras, ya que ellas CREAN.
Las amo mis bellas, pidámos siempre abrir corazones, despertar consciencias, somos uno, recuérdenlo,