¡Qué maravillosa historia la que este fin de semana he tenido ocasión de ver en el Cine! Me refiero a la última cinta de Terence Davies, 'A quiet passion', medianamente traducida en España por "Historia de una pasión". Y digo que la traducción no es plenamente adecuada porque lo que se nos muestra en pantalla es una pasión, sí: la pasión por la escritura, por la poesía, por la literatura de la poeta norteamericana Emily Dickinson; pero el título en español deja fuera la idea contenida en el adjetivo "quiet", o sea, la de 'tranquila', 'discreta', 'reservada'. Y es que el amor, la atracción y la práctica poética de la Dickinson contuvo siempre dentro de sí esta cualidad de la discreción, de la reserva, del recato, del secreto, del recogimiento y la compostura que en el tiempo que le tocó vivir (1830 a 1886) se antojaban propios de una mujer.
Desde hace años la figura de Emily Dickinson destaca en el campo poético universal como figura excelsa. Su poesía, de la que en vida sólo publicó siete poemas y la mayoría sin firma, es considerada hoy una de las manifestaciones más altas de la lírica naturalista norteamericana. Múltiples son los recitales, exposiciones y publicaciones de sus poemas, desconocidos por el gran público hasta no hace mucho. Terence Davies, guionista y director cinematográfico, amante confeso de la literatura, ha tomado en sus manos la biografía ciertamente dramática de la poeta norteamericana y ha construído un film magnífico.
El directorTerence Davies (Liverpool, UK, 1945) ha dirigido hasta la fecha siete largometrajes. Los dos primeros, Voces distantes (1988) y El largo día acaba (1992), son películas muy autobiográficas que transcurren en los años cuarenta y cincuenta en Liverpool. La biblia de neón (1995), La casa de la alegría (2000) y Sunset Song (2015), son adaptaciones de novelas de John Kennedy Toole, Edith Wharton y Lewis Grassic Gibbon, respectivamente; The Deep Blue Sea (2011), por su parte, es adaptación de la obra de teatro del dramaturgo británico Terence Rattigan, estrenada en 1952. Finalmente, Historia de una pasión (2016) también tiene como la mayoría de las anteriores raíces literarias. De las siete, el propio Davies, además de director, es guionista.
La películaEstamos ante un biopic muy creativo que parte del final abrupto de la etapa escolar de Emily Dickinson en una selecta escuela de señoritas en la que ella ha destacado por su independencia intelectual, agnosticismo religioso y agudeza mental. Estas cualidades le han deparado momentos tensos con los docentes de la institución por lo que su familia decide sacarla de allí y llevarla a su casa en Amherst (Massachusets) donde nació y donde junto a sus padres y hermanos pasará todos los días de su vida.
Los personajesEn escenario tan reducido, la poetisa se relacionará también con un escaso número de personas.En primer lugar está su padre (Keith Carradine) con quien mantendrá amables y familiares choques dialécticos que enfrentan dos grandes caracteres: amable y cordial al tiempo que firme, el del padre; inteligente, arrogante e independiente, el de Emily (Cynthia Nixon), quien desafiará la moral, religión y convenciones de la época sin dejar de ser, por ello, una buena hija. Junto a esta pareja padre-hija se mueve el resto del grupo familiar formado por:
- Lavinia (Jennifer Ehle): amabilísima y afable hermana de Emily que llegará a ser, prácticamente, su única comunicación con el mundo exterior cuando en un momento dado, tras un desaire amoroso, ella decida recluirse primero en la casa, luego en el piso superior de ésta y, finalmente, en su propio cuarto.
- Austin (Duncan Duff): Es el hermano que casará con Susan (Jodhi May), la cuñada con quien Emily mantendrá una fortísima relación de comprensión y afecto femeninos, y a la que dedicará algunos de sus poemas más sensuales.
- Vryling Buffam (Catherine Bailey) es la amiga independiente y un tanto lenguaraz que le sirve a Emily para afianzarse en sus posiciones de independencia y valoración de la mujer como persona. Al igual que con Susan el afecto hacia ella por parte de la poeta es tal que cuando ésta decida casarse la Dickinson se sentirá traicionada en cierto sentido.
- Tía Elizabeth (Annette Badland) representa en el film el puritanismo protestante y la hipocresía social que rodeaba a la familia Dickinson, auténtica isla dentro de la sociedad decimonónica en que vivían.
- Reverendo Wadsworth (Eric Loren) cumple en el film la función de ser la única atracción masculina de Emily, si bien más que de naturaleza física -Wadsworth estaba casado- fue una afinidad intelectual; Emily se sintió atraída hacia el Reverendo por los Sermones y Homilías que éste hacía durante el servicio dominical.
Emily Dickinson se enfrentó en su soledad, en su quietud, en su silencio, con la sociedad machista noreteamericana de la época. Es una mujer avanzadísima que no quiere quedar reducida al papel ancilar de esposa; papel que tenían, por el mero hecho de serlo, las mujeres. Ella no quiere pasar por las horcas caudinas del matrimonio anulador como la mayoría de las mujeres del momento. No quiere ser una Susan a la que repele el acto sexual aunque ame el fruto del mismo, pero tampoco una Vryling Buffam cuya actitud rompedora no era más que una manera de atraer a los hombres con la finalidad oculta que ella pretendía, el matrimonio. Unos matrimonios que eran para toda la vida y que acababan en muchos casos en infidelidades dadas la actitudes o enfermedades de los miembros de la pareja, como se ve en la fugaz relación mantenida entre Austin y Mabel Loomis Todd (Noémie Schellens). Y tampoco quiere caer en la pertinaz melancolía que acompañó a su madre durante la mayor parte de su vida. Quizás, sí habría deseado ser como su hermana Lavinia, soltera satisfecha con su vida.
Puesta en escenaLa vida apartada de Emily Dickinson es por todos conocida. En mi opinión la maestría de Terence Davies, guionista y director del film, es el modo como presenta y hace discurrir ante nosotros este proceso de apartamiento. Para ello emplea una fotografía cuidadísima, con unos enfoques en primer plano o planos medios en los que destaca el fantástico buen hacer de los actores y en especial de las actrices. Junto a esta fotografía en tonos otoñales que connotan melancolía hay que destacar la música coordinada por Ian Neil e interpretada por la Filarmónica de Bruselas.
A mí lo que más me ha gustado del film es la interacción entre la acción externa de los personajes y la transformación en lenguaje poético de la misma. En muchos momentos escuchamos unos parlamentos entre los miembros de la familia de gran altura lingüística o plenamente poéticos, si bien los poemas propiamente dichos los escuchamos en voz en offy marcando muchas de las transiciones.
La poesía de Emily DickinsonNo queda ya otra cosa, pues, tras ver la maravillosa película que es "Historia de una pasión", que leer algunos poemas de la poeta norteamericana para así entender mucho mejor el film de Terence Davies. Antonio Muñoz Molina dice de la poesía de Emily Dickinson lo siguiente: "En su jardín estaba el universo de la botánica y de la zoología y en su alma sellada el terror y la fascinación de la muerte, el fuego críptico de las pasiones que no llegan a convertirse en actos, ni siquiera en palabras en voz alta". En efecto, el erotismo y atracción contenidos (ej. los poemas 134 y 41), la muerte fascinante (ej. el poema 591), la naturaleza bulliciosa (ej. poemas 41 y 11) que señala Muñoz Molina, pero también el agnosticismo religioso (poema 241), la hipocresía social y la propia identidad (poema 260), etc. son asuntos tratados en su extenso poemario.
Cinco poemas de la autora destaqué en la entrada que hará casi tres años dediqué en este blog al trascendentalismo nortemericano, corriente literaria en la que algunos la ubican [para leer dicha entrada hacer clic aquí]. A ellos añado hoy en formato audio, además del n° 260 que abre esta entrada, otros cinco que tocan asuntos poéticos dickensianos destacables y que he señalado como ejemplo de los diversos asuntos que transitan por su Poesía [los audios y la numeración de los poemas están sacados del libro "Emily Dickinson (poemas 1-600)" en traducción de Ana Mañeru Méndez y María-Milagros Rivera Garretas]:
Poema n° 11. Nadie conoce a esta pequeña Rosa
Poema n° 241. Qué es “Paraíso”
Poema n° 591. Oí zumbar una mosca cuando me morí
Poema n° 260. ¡Yo no soy Nadie! ¿Quién eres tú?
Poema n° 41. Yo pasaba a menudo por el pueblo
Poema n° 134. Si la lamparilla azul aflojara su ceñidor