A mi siempre me habían gustado esas sillas isabelinas, o incluso las alfonsinas con bonitos tapizados y nuevos aires, sobre todo en blancos. Nunca he sido muy moderna, pero tengo que reconocer que a la hora de independizarme siempre busque un equilibrio entre el mundo colonial-británico y moderno. Aunque jamás seré minimalista, no sabría donde meter tantas cosas por muchos libros de Marie Kondo que me lea.
vía Bjurfors
En fin, el caso, es que como os decía, he pasado de no saber nada de sillas, a reconocerlas con nombre y apellidos, incluido su diseñador. Y se me ha antojado una silla diferente, especial, bonita, de diseño. Una que no diga nada y lo diga todo. Y en mi búsqueda por esa silla todo esto es lo que he aprendido, y ahora estoy mucho más indecisa si cabe que antes. Os cuento mi dilema de reyes.La primera que me llamaba la atención es la típica silla de Eames sin reposabrazos y patas de madera, también conocida como plastic chair. Fue diseñada por el matrimonio Charles y Ray Eames para el concurso “Low-Cost Furniture Design”, que organizó The Museum of Modern Art of New York en el año 1950. Al principio las hicieron de fibra de vidrio pero el riesgo ambiental era tan alto que no ha sido hasta 2004 cuando se ha recuperado y se ha empezado a comercializar en polipropileno. De ahí que su reciente recuperación haya colapsado la mayoría de nuestros tableros de pinterest. Hay un montón de sitios que venden el modelo o similares, por ejemplo en Superstudio podemos encontrar la mayoría, la DSW que lleva las patas de madera sin reposabrazos, la DSR con patas eiffel o metálicas, la DAW con reposabrazos y patas de madera, la RAR con balancín y la DAR con reposabrazos y patas de metal. Los nombres en concreto no me los he aprendido, pero me ha resultado supercurioso saber que existen. A mi es que me gustan todas, así que la decisión va a ser difícil.
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Otra silla que me encanta es la silla Tulip diseñada por el también arquitecto Eero Saarinen, que también participó en varios concursos de The Museum of Modern Art of New York ganando algunos y casualidad también en los años 50. Sus muebles se caracterizan por sus sinuosas curvas y sobre todo por la eliminación de las cuatro patas en sillas y mesas, como curiosidad mencionar, que antes de empezar a comercializarlos y fabricados los primeros modelos, los puso en su casa para que los probarán sus amigos. La silla Tulip es una silla años 50 total donde esta claro que el plástico volvió a ser uno de los materiales básicos en su desarrollo, aunque luego han evolucionado un poco, y la base redonda con una sola pata ha quitado el sitio a las típicas cuatro patas de madera pero en forma rectangular. Por supuesto, también la tenemos con reposabrazos y base redonda. No se si sera la primera silla que giró sobre si misma, doy por hecho que al ser de las primeras donde desaparecieron las cuatro patas, un añadido de su base fue girar sobre si misma, pero no tengo claro si esto lo diseño Eero o fue algo que se desarrollo más tarde. El caso, es que ¿quién no ha girado nunca sobre un taburete?
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Otra que me encanta y que la hay de mil colores es la silla Tolix. De diseño superindustrial, me gusta muchisímo la idea de poder mezclar una dos piezas de color en una mesa de comedor grande. Un mix de sillas, de vajillas, creando al final una armonía. No sé, cada vez me estoy volviendo menos cuadriculada. ¿Eso es bueno no? Esta silla fue diseñada por el metalúrgico francés Xavier Pauchard en 1927. De hecho fue quien descubrió que se podía proteger el metal de la oxidación sumergiendolo en zinc. Desarrollo diferentes técnicas de galvanización y creo estas sillas entre otro tipo de muebles. La gama de colores en la que podemos encontrar la silla Tolix es inmensa, e incluso el acabado de la pintura puede ser más vintage o más pulido, incluso metalízado, pero reconozco, que con asiento de madera, me gusta muchísimo más, y lo bueno que tiene es que es apilable. Punto a su favor.
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Y ya la última de la discordia es la silla Wishbone, de madera diseñada por el danés Hans J. Wagner, sin apenas respaldo. "Su lema era que una silla no debe de tener respaldo, debe ser hermosa por todos los ángulos" Aunque he investigado y creó algunas con respaldo, pero es que diseño más de 500 sillas, ¿os imagináis? Me estoy volviendo loca para elegir entre 4 como para elegir entre 500. Me da algo. En fin, el caso es que de esas 500, 100 fueron producidas en masa, lo que es un buen porcentaje de sus ideas. Esta me gusta mucho por su elegancia, además hay con base de metal con tintado simulando madera y por supuesto de madera. Lo curioso de esta silla que diferencia al resto es que su asiento es de cuerda trenzada, y le da un toque que me gusta mucho, pero estoy segura que a Elvis le va a gustar más así que la tengo en bastante duda.
Imágenes vía Pinterest 1,2,3En fin, aquí mi duda sobre mi difícíl elección. Digamos que estas son las 4 de la discordia, porque todas las sillas tienen nombre. En Superstudio he descubierto montones de variedades más, algunas obviamente no encajan en la idea de lo que estoy buscando, pero se ha abierto un mundo ante mis ojos completamente nuevo, la silla Phantom, la Bertoia, la Swan y por supuesto la silla Acapulco que me chifla. Todas con vida propia.
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Siento si ha sido largo, pero es que cuanto más he investigado sobre las sillas, más interesante me ha parecido todo, la historia que hay detrás de cada una de ellas, las de sus creadores... Hace tiempo, no se donde, leí que los objetos tienen vida propia, sentimientos, que tienen un fin, una historia que contar. Desde luego estas sillas, la tienen, y solo descubrir todo lo que esconden, me ha generado, ya no solo la curiosidad de investigar sobre más cosas, sino la sensación, de que efectivamente, todo tiene historia, una historia que merece ser contada.
Feliz Miércoles ❤
Post DataAl final ha caído la silla por reyeseso es que he sido muy buena ¿no?
*Post patrocinado por SuperStudio