Este es un tema que ya he tratado varias veces en estos blogs de masonería, y referido claro está, a la relación entre protestantismo y masonería que más bien tuvo mucho que ver con el siglo XIX, como así tratamos en varias ocasiones tanto el profesor de la Universidad Marc Bloch de Estrasburgo: Jean Pierre Bastian, en sus trabajos en Latinoamérica, y yo mismo en: Masones y Protestantes
No es un tema novedoso, aunque pueda parecerlo pero tal vez la potencia católica, y la indiferencia general hace que estos temas queden relegados a cierta marginalidad y obscurantismo y no es que ahora deje de haber a masones evangélicos en las logias que los hay, a la mente me vienen en este momento dos ex Grandes Maestros actuales: uno de ellos de la Gran Logia de España (GLE) reconocido luterano para más señas… pero en general la presencia evangélica que creo que hoy no se podría cuantificar s dada cierta inclinación a quedar en un segundo plano. Pero sin embargo la presencia de evangélicos en el centro de la actividad masónica, hubo un momento que fue importante porque con su presencia incentivaron en los talleres masónicos no solo el respeto y la tolerancia, sino que desarrollaron un concepto que ahora se define como laicismo, o sea dejar las religiones al margen de la vida política, que no publica… Al hilo de lo que estoy exponiendo no hace mucho días me enviaron un email desde la Asociación Culturas Vivas con sede en Villaviciosa, donde me comentaban que un viejo amigo Manuel de León de la Vega presentaría su libro Historia del protestantismo en Asturias (150 años de la Segunda Reforma en España).
En un principio se me había pedido presentar al ponente y su trabajo, pero luego no puedo ser, había poco tiempo, ya se sabe como se las gasta el tema cultural en la Villa, los actos concluyen cuando el bibliotecario cierra su biblioteca, o sea que el acto empezó a la hora torera de las 6,30 de la tarde, para concluir un poco más allá de las 7,30, por tanto con tan escaso margen, mejor se presentaba al ponente por un miembro de Culturas Vivas: Serafín Porcel, el cual presentó al autor, ante un auditorio más bien cercano a los temas evangélicos.A este respecto se echó de menos a la "inteligenssia" maliayesa”, que más bien parece más n proclive a los floripondios calotizantes y los pregones que a conocer otras realidades. Lo cierto es que el trabajo de Manuel de León en encomiable, por tu trabajo y consistencia referencial, un libro de casi 600 paginas en las cuales se repasa toda la presencia y seudo-presencia evangélica en la Asturias pelagiana.
"Manuel de León no es asturiano, nació en Granja de Moreruela, pueblo de Zamora. Es licenciado en Latín, Humanidades y Filosofía. También concluyó la carrera de magisterio. Desde joven vive en Asturias, donde ha desarrollado toda su actividad laboral en una empresa de seguros. Estrechamente vinculado al protestantismo asturiano, actualmente ejerce voluntariamente como pastor en la Iglesia de Cristo en La Felguera.
Manuel de León es escritor de prestigio, profundo y ameno a la vez. Ha dirigido las publicaciones ASTURIAS EVANGÉLICA, ORBAYU y VÍNCULO. Escribe también desde sus orígenes como revista en PROTESTANTE DIGITAL. Alfonso Ropero, una de las mentes más claras en el protestantismo español, autor de unos 15 libros, dice en el prólogo que Manuel de León “ha rastreado en la historia, buceado en la literatura española, atendido a los historiadores de la heterodoxia y de la disidencia españolas, y, sobre todo, ha tirado del hilo de muchas pistas y personajes que le han abierto un mundo nuevo y poco analizado que pone de manifiesto la existencia y la extensión de un cristianismo reformador en España”.
El eminente historiador y ensayista escocés Thomas Carlyle dejó escrito que toda historia es también biografía. Manuel de León parece haberlo asumido. Porque su historia de los protestantes asturianos es también la biografía de los hombres y mujeres que la hicieron posible . El talento del historiador consiste en narrar hechos verídicos y en colocar en el lugar debido a las personas que los protagonizaron.
Buen capítulo el de los albores del protestantismo en Asturias. Aquí el autor abrevia su trabajo, como se ve obligado a hacer a lo largo de todo el libro por la abundancia de material y escasez de espacio. En los siglos XVI y XVII no encuentra señales del cristianismo reformado en el principado. La entrada de la Reforma ocurre tímidamente en los siglos XVIII y XIX . De esos entonces Manuel de León destaca una serie de hombres que el común de los protestantes españoles desconoce totalmente o apenas recuerda. No son pocos. Dice que el célebre Leopoldo Alas Clarín, zamorano pero quien desarrolló su vida en Asturias, logró asimilar los principios del protestantismo, del que existen huellas en su obra LA REGENTA. Muy interesante.
Con todo, las primeras congregaciones evangélicas en la verde Asturias datan de los primeros años del siglo pasado. Tomás Giménez Valdivieso, en su libro EL ATRASO DE ESPAÑA, de 1909, dedica un capítulo a los protestantes y afirma que en Besullo existía una congregación.
Muy bien documentado, incluso gráficamente, el capítulo dedicado a sacerdotes católicos que abrazaron el protestantismo en Asturias. José Fernández , del Consejo de Quirós, quien después de su experiencia espiritual escribió el libro titulado LEJOS DE ROMA Y CERCA DE DIOS. Enrique Fernández Fernández , aunque natural de Madrid, fue convertido al cristianismo de Cristo siendo cura en La Felguera. Celso Muñiz , padre espiritual en el Seminario católico de Oviedo, confesor de confesores, director de retiros católicos en Covadonga. Manuel de León reproduce estas palabras del encumbrado cura católico: “Nunca olvidaré la noche de mi conversión. Otro día de duro conflicto interior había terminado y busqué refugio en el Señor y en su Palabra. Sin ningún deseo de hacer otra cosa por mí mismo, me arrojé a los brazos de mi Padre Dios, quien había dado a Jesucristo para mi salvación. Oré: Ven a mí, Señor Jesús, me entrego a ti como mi único y suficiente Salvador personal. No sé cómo ocurrió, pero es un hecho que todas mis vacilaciones, dudas y titubeos desaparecieron y mi felicidad fue completa”.
En un ejercicio de imparcialidad y de generosidad, Manuel de León no deja fuera del libro a una sola familia denominacional del protestantismo asturiano . Aquí están todos y a todos se les reconoce el trabajo llevado a cabo para situar el movimiento evangélico asturiano en el lugar que ahora ocupa: Los pioneros, los Bautistas, Hermanos, Pentecostales, la Iglesia de Filadelfia y otros grupos más o menos independientes.
En HISTORIA DEL PROTESTANTISMO EN ASTURIAS Manuel de León refiere una cantidad de historias, hechos acaecidos, fechas, números, nombres y tan abultada bibliografía como en pocos libros he visto y he leído centenares.A este comentarista se le hace difícil condensar las 600 páginas de letra pequeña y apretado texto en un artículo de esta brevedad. Aún así mi admiración y mi agradecimiento a éste meticuloso investigador por ofrecer a los protestantes españoles, asturianos o no, una obra que legitima nuestra historia y la eleva a lugares que otros le han discutido".En su libro vemos algunos capítulos que sacan algunas chispas como el dedicado al jansenimo y a Jovellanos como uno de los hijos de esta "herejía" y que a buen seguro que tal capítulo hará saltar de la silla a algún meapilas de tan en boga, y que quieren hacer pasar, sí o sí. a Jovellanos como un fiel representante de la creencia católica al usoHace un nómina, Manuel de León de los intelectuales asturianos y el protestantismo : Manuel Pedregal Cañedo, o José Manuel Pedregal Sánchez, y la relación de Leopoldo Alas Clarín con esta creencia, así como la relación y trato que hubo entre los intelectuales como Canella u otro a cerca de la religión protestante. En el libro de Manuel de León, hay un capitulo dedicado a la Masonería y la labor de los evangélicos a partir de la figura de dos de sus representantes: Juan Emeterio Fuentes y José Rubiera. Escuchando la conferencia de Manuel de León sobre la acción propagandística y de beneficencia de la masonería a lo largo del mundo y lo poco que les asustó a los misioneros evangélicos salir al exterior a predicar la palabra, o a trabajar por lo demás solicitando ayudas es lo que en parte explica que Juan Emeterio Fuentes cuando el gran accidente del vapor Cabo Machichaco en Santander, se ocupara desde la logia gijonesa Amigos de la Humanidad de recaudar casi un millón de pesetas en un viaje que hizo por España y Europa. En fin un trabajo digno de leer y reflexionar.
Víctor Guerra.
- Miembro del Centro Estudios Históricos de la Masonería Española (CEHME)
- Institut Toulousain d´Etudes Maconniques
- Circulo de Estudios de Rito Francés Roettiers de Montaleau
- Director Academia Internacional Vº del Rito Moderno /UMURM