Todos tenemos siempre el miedo de que se nos vaya el vuelo, lleguemos tarde a la puerta de embarque y nos quedemos "tirados", es casi algo instintivo...llega el autobús...y corres, llega el tren y también corres...y ves que no hay gente en la puerta de embarque, que tu avión está conectado y...
...y es cuando el pasajero enloqueció.
Esto es lo que me pasó en un vuelo hace muy poco tiempo.
A mediodía, las tripulaciones de la mañana terminan y entran a trabajar las de por la tarde, en ocasiones, durante unos minutos, el avión permanece sólo y vacío, a veces abierto y otras cerrado, esto ya depende de la compañía y de los procedimientos y costumbres que suelan tener.
En cualquier caso, las puertas de embarque están cerradas.
Es en este espacio de tiempo cuando yo estaba en la puerta del avión, esperando a la nueva tripulación, cuando oigo a lo lejos alguien corriendo por la pasarela hacia el avión. Y a lo lejos me encuentro a un pasajero con la tarjeta de embarque que viene corriendo como loco. Lo primero que pensé es que se había dejado algo en el avión y quería recuperarlo, pero lo cierto es que había pasado más de 25 minutos desde que salió el último pasajero y no había nadie en la pasarela, de modo que ¿cómo había entrado?
-¿Vuelo a Frankfurt? Llego tarde!!!
Mi cara debió de ser un poema...
El señor, temblando y asfixiado de la carrera me enseñaba la tarjeta de embarque. Sí, ese era su vuelo, pero aún no había comenzado el embarque...
No era español, y apenas lográbamos entendernos, y en inglés tampoco.
-¿Cómo ha entrado aquí señor? - He pulsado un botón en la puerta y he entrado
En ese momento supuse que había llamado al botón del tarjetero de acceso de aena y alguien le había abierto por error. Avisé a coordinación y éstos avisaron a seguridad, yo acompañé al pasajero de nuevo a la puerta de embarque. Al poco llegó seguridad e identificamos al pasajero. Después, fuimos a comprobar cómo había accedido este señor y descubrimos algo que nos dejó sin palabras.
El señor había roto el desbloqueo de emergencia de la puerta con el martillo que hay junto a él, desbloqueando la puerta...dejando la puerta inoperativa y el suelo lleno de cristales...visto esto, se decidió llamar a la Guardia Civil, que apareció a los pocos minutos, en ese momento yo estaba hablando con el comandante, explicándole lo ocurrido.
Ni el comandante ni la Guardia Civil daban crédito de lo ocurrido... ¿Pero cómo se le ocurre romper el bloqueo de la puerta?
Los guardias se fueron a hablar con el pasajero, ya estaba más tranquilo sabiendo que su vuelo no se había ido, pero ahora mismo dependía de la Guardia Civil que volase o no. Para sorpresa de todos, después de tomarnos declaración y los datos a los implicados, decidieron que sí podía volar. Y que Aena decidiese si le denunciaba para que pagase los costes de reparación de la puerta de embarque.
Esa decisión, pocos la entendimos, pero lo cierto es que el pasajero al poco rato bajaba de nuevo por la pasarela, caminando de forma calmada y se despidió de mi dándome la mano y pidiéndo disculpas...
Y es que, cada día, en el aeropuerto suceden muchos incidentes como éste, todos los que formamos parte de este circo aeroportuario, debemos contribuir a que se respeten y garanticen las medidas de seguridad, ésta vez fui yo quien vió y paró al pasajero. Lo importante es que, aunque se salte un filtro, siempre haya otros filtros que garanticen la seguridad.
Buenos vuelos, y sed pacientes con la hora de embarque!!!