Sentado con los amigos en la mesa de un bar a media tarde, Jaime dijo os sabéis el del gangoso que entra en una tienda de deportes y dice: quenía umas sapatillas. ¿Puma?, pregunta el dependiente. Menga, un sigarito. Nos reímos y Pedro aprovechó para soltar pues a ver cuando entra en vigor la dichosa ley antitabaco y estos de la mesa de al lado se van a fumar a la puta calle. Entonces pensé, mientras daba un trago a la cerveza, que a mí me molestaba más el volumen de la música, y los gritos y las carreras de los niños, y las lágrimas de la chica que acababa de discutir en la barra con el tipo que dejó la puerta del bar abierta. Y que todo ello me convertía en fumador pasivo, en oyente pasivo, en padre pasivo, en novio o amigo pasivo y en un tipo con frío. Leti y Damián interrumpieron el silencio para contarnos que se casaban.
Me he despertado casi a las diez y me he quedado en la cama más de tres cuartos de hora… leyendo algo que Petr Skrabanek escribió en “La muerte de la medicina con rostro humano” hace ya más de diez años: “La imponente intensidad de la guerra contra el tabaco en todas sus formas no se puede explicar únicamente por el hecho de que algunos estudios epidemiológicos hayan demostrado que los fumadores tienen mayores probabilidades de morir de cáncer de pulmón que de otras enfermedades. Las actuales campañas anti-tabaco son un ejemplo flagrante del creciente control ejercido por el Estado sobre la vida privada de los ciudadanos, del paternalismo de los tecno-burócratas que quieren imponer su visión de “comportamiento racional” a toda la población, y del recrudecimiento de un nuevo puritanismo despojado de cualquier contenido espiritual. Los problemas emanados de las recientes campañas antitabaco van más allá de lo científico o de la interpretación estadística, y han inundado la política, la ideología, la ética, la economía y las leyes. Esto suscita nuevas preguntas sobre la relación entre el Estado y el individuo, sobre el derecho a la vida privada y sobre la legislación de la moralidad. ¿Dónde está la frontera entre información y propaganda, entre educación y coerción? Los daños que se dice provoca el “tabaquismo pasivo”, ¿están basadso en la evidencia científica o son “una verdad políticamente correcta”?”
Y ahora me da por recordar una frase escrita por Valdano para definir al Racing entrenado por Cappa: “encontraron la fórmula que más me gusta para jugar y para vivir: un mínimo de orden y un máximo de libertad”.
LOS COMENTARIOS (2)
publicado el 16 marzo a las 18:43
k idiotas estan
publicado el 16 marzo a las 18:43
k idiotas estan