LLegó a mis manos hace pocos días este libro sobre Roma, ciudad que visitaré en Julio y a la que tengo muchas ganas de conocer. Casi todo el mundo ha ido a Roma, aunque sea un fin de semana a comer espaguettis y ver el coliseo, el Vaticano o la Fontana de Trevi.
Este libro no es una guía sobre lo que hay que visitar sino un conjunto de historias, observaciones y vivencias del afamado periodista Enric González, hasta hace poco corresponsal de El País. González ha tenido la suerte de trabajar en sitios tan interesantes como Londres, París, Nueva York, Washington o Jerusalén, además de la ya citada Roma. Fruto de dichas vivencias ha escrito Historias de Londres, Historias de Nueva York e Historias del Calcio.
González abandonó el Grupo Prisa hace poco por no estar de acuerdo con los despidos masivos del plan de Jose Luis Cebrián. La verdad es que trabajo no le va a faltar a este comprometido periodista (recibió un premio otorgado por sus compañeros periodistas), el cual utiliza la palabra para poner los puntos sobre las íes a los mandamases, cosa que claro está, no gusta en absoluto.
En Historias de Roma nos podemos encontrar míticos escenarios romanos, colegas del autor, a Alberto Sordi, la historia polñitica y fascista del país, los inicios de Berlusconi y su entramado empresarial lleno de corrupciones hasta las orejas, los entresijos del Vaticano, la tediosa burocracia romana, la pasión por el fútbol, las mammas y su influencia en los futuros adultos o la tradicional gastronomía italiana que poco tiene que ver con la comida italiana que comemos nosotros.
Todo ello con un estilo muy ameno, de hecho tan ameno que yo me leí el libro en cuatro días. Creo que esta serie de Historias son incluso de necesaria lectura para acercarse más a la historia de las ciudades que vamos a conocer desde un punto de vista más íntimo, de ese que no aparecen en las guías y que sólo los nativos saben.
Recientemenete, González ha empezado a publicar sus memorias a modo de Memorias Líquidas (JotDown
Books).
"Al fin y al cabo, ¿qué es la verdad? No los hechos, sino la verdad. ¿Qué es? Un concepto relativo, como la libertad o la felicidad. Una cosa, la verdad, sin la cual Roma lleva muchos siglos viviendo bastante bien. Por decirlo a la manera romana, in bellezza."
Roma, la ciudad que se añora a sí misma, la ciudad en la que todavía se vislumbran escenas que deberían ser en blanco y negro.