Traducción de Juan López-Morillas
«Las Historias de San Petersburgo constituyen el máximo exponente del excepcional talento de Nikolái Gógol, la cumbre de su humor, de su comicidad, de su concepción universal de la risa, en las que la prodigiosa fantasía de su autor llega donde la razón no se atreve a llegar.»
Cubierta de: ‘Historias de San Petersburgo’
Bajo el título genérico de Historias de San Petersburgo se reúnen los cinco relatos breves más sobresalientes de la obra de Nikolái Gógol, vinculados por el nexo común de estar situados en la capital de la Rusia imperial. Se escribieron en el periodo comprendido entre 1835 y 1842. Junto a piezas tan célebres como «La nariz» y «El abrigo», encontramos otras, como «La avenida Nevski», «El retrato» y «Diario de un loco», que representan lo más característico del modo de contar del autor, a saber, su deliciosa combinación de sátira social, fantasía, ternura y compasión.
Voy a comentar brevemente cada uno de los relatos.
La avenida Nevski es un cuento escrito entre 1831 y 1834, y publicado en 1835. El protagonista de La avenida Nevski es un romántico insignificante y patético; el narrador del cuento es hablador y poco fiable. La historia está organizada simétricamente: en la introducción el narrador describe con gran detalle la avenida Nevski (la arteria central de San Petersburgo, entonces capital del Imperio Ruso) y los tipos de transeúntes que la recorren en diferentes horarios del día. Luego la trama se bifurca para seguir a dos conocidos que se separan para seguir, a su vez, a dos mujeres hermosas que vieron en la calle. El primer relato corresponde al héroe romántico, el joven pintor Piskariov, que sigue a una mujer de cabello oscuro hasta lo que pareciera ser un burdel. Sin embargo, su interés en la mujer es completamente inocente y castro, por lo que queda conmocionado por la verdadera naturaleza de la mujer, y escapa. De nuevo en su habitación sueña a la mujer como una rica y virtuosa dama. Para repetir la experiencia, comienza a vivir solo para sus sueños, comienza a experimentar insomnio y recurre al opio para restablecer su habilidad de dormir y soñar. Luego de soñar con la mujer como su esposa, decide proponerle matrimonio, pero cuando regresa al burdel para proponérselo, la mujer se burla de él. Tras volver a su habitación, se corta la garganta. Nadie va a su entierro.
El segundo es más realista. Es sobre un oficial, el teniente Pirogov que sigue a una rubia hasta su casa, pero ella resulta ser la esposa de un hojalatero alemán. Pirogov regresa cuando el marido está fuera e intenta seducir a la mujer, pero es atrapado en una situación comprometedora por el hojalatero y sus amigos y le dan una paliza. Pirogov primero se enfurece y está determinado a buscar venganza, pero luego se apacigua comiendo pasteles de hojaldre, leyendo un periódico reaccionario y concurriendo a un baile.
La historia concluye con el narrador advirtiendo que la avenida Nevski engaña a toda hora del día, pero mucho más por la noche, “cuando el diablo mismo enciende todos los faroles de la calle para que todo pueda verse en engañosos colores” [Pág. 59].
El retrato es una obsesionante fantasía macabra, en ella, en la que un joven pintor de talento, Chartkov, adquiere el retrato de un viejo, cuyos ojos parecen tener vida. Durante la noche, el viejo desciende del cuadro y exhorta al pintor a que abandone su estilo para emprender una más provechosa carrera, y se convierta en retratista de las personas más influyentes de la ciudad. Seducido por la idea, el joven se ajusta a la moda y, como retratista, se enriquece en poco tiempo. Mas al avecinarse la edad madura se arrepiente de haber traicionado al arte y, movido por la envidia, comienza a adquirir las pinturas más bellas que se exhiben en la capital, para destruirlas después. En definitiva, enloquece y muere. Pero pasarán muchas cosas más.
Diario de un loco, es el relato de la vida de Akxenty Ivanov Poprischin, un funcionario de la burocracia ucraniana que, a través de las anotaciones en su diario íntimo, va mostrando cómo en medio de la rutina de su labor y las pequeñas humillaciones de su vida, surgen en su mente ideas referenciales y erotomaniacas que progresivamente adoptan tintes engañosos. El carácter disparatado de las fechas y la naturaleza arbitraria de sus vivencias es coronado de modo extravagante cuando abraza la ilusión de ser el mismísimo Rey de España, sus comentarios a través de la historia son cada vez más raros hasta que pierde la cordura completamente.
La nariz es un cuento escrito en 1836. Un hombre pierde su nariz; se despierta por la mañana y, al mirarse en el espejo, la nariz ya no está. El mayor Kovaliov está desesperado: no tener nariz es un problema para cualquiera, no cabe duda, pero para él, un distinguido caballero con una notable vida social, es un auténtico desastre. Superada la sorpresa inicial corre angustiado a la calle a buscar su nariz, pero su inquietud se transforma en pánico cuando descubre casualmente a su nariz caminando por la calle vestida con uniforme de funcionario. ¡Un funcionario de mayor rango que el suyo!
El abrigo es un cuento escrito entre 1839 y 1841, y publicado en 1842. El relato presenta la historia de Akaki Akákievich, un funcionario de San Petersburgo que trabaja como copista en los escalafones más bajos de la administración rusa. Pese a su humilde condición, debe gastar todos sus ahorros en encargar un nuevo abrigo para protegerse del duro invierno petersburgués. Sin embargo, su posesión será el origen de otras desgracias mucho peores…
Espero que muchos de vosotros, lectores, disfrutéis con estos relatos deliciosos.
Nikolái Gógol
El autor:
Nikolái Vasílievich Gógol (en ruso: Николай Васильевич Гоголь) nació en Soróchyntsi el 1 de abril de 1809, una aldea cosaca en lo que ahora es Ucrania. En 1828 se mudó a San Petersburgo, donde iniciaría su carrera literaria tras algunos falsos comienzos en 1831, cuando se publicó su primer volumen de relatos ucranianos, Tardes en una granja cercana a Dikanka. Tras su publicación entró en contacto con Alexander Pushkin, una relación importante que le marcaría durante el resto de su vida. Gógol publicó tres libros más de relatos ucranianos, y después, tras un periodo fallido como profesor de la Universidad de San Petersburgo, escribió entre 1835 y 1842 los relatos fantásticos y surrealistas sobre San Petersburgo por los que es más conocido. Siempre nervioso y obsesivo, Gógol comenzó, tras la publicación triunfal de la primera parte de su novela Almas muertas en 1842, a sufrir de manía religiosa. Bajo la influencia de su líder espiritual, empezó a creer que la escritura era pecado, y a finales de 1851 quemó varios manuscritos, entre ellos la segunda parte de Almas muertas. Después se negó a aceptar comida, hasta dejarse morir de hambre el 4 de marzo de 1852 en Moscú, tenía 42 años.
El libro:
Historias de San Petersburgo (título original: Nevski Prospekt, Portret, Zaiski sumaschédshego, Nos, Shinel) ha sido publicado por Alianza Editorial en su Colección 13/20. Traducción de Juan López-Morillas. Encuadernado en rústica, tiene 265 páginas.
Cómpralo a través de este enlace con Casa del Libro.
Para saber más:
Nikolái Gógol en Wikipedia