Revista África

Historias del exílio (26):ánimos 20.05.10

Por Chemacaballero

Últimamente me encuentro muy cansado, debe ser del mucho ir de un lado para otro, además, creo que tanto cambio de tiempo me influye mucho. Vamos, que cuando menos me lo espero me quedo dormido.

   Pero no era de esto de lo que quería hablar hoy, sino contar que hace algún tiempo estuve en el Instituto Juan de Herrera de San Lorenzo de El Escorial. Que yo vaya a dar una charla no tiene nada de especial pero sí el que en este Instituto los organizadores fueran unos chavales de la ESO que han formado un grupo de Amnistía Internacional que escogió como tema de estudio para este curso el de los menores soldado. Han estado todo el año leyendo, viendo vídeos y películas, informándose… y al final organizaron una charla en su Instituto. Fue increíble la capacidad de convocatoria de los chavales y lo bien organizado que estuvo el evento. Me emocioné al ver el cariño y la ilusión con el que habían preparado todo.

   El encontrarme con chavales como estos le da un poco de sentido a este tiempo que llevo en España alejado de Sierra Leona. Hoy escuchaba a Youssou Ndor y me acordé de ellos, debe ser por la conversación que tras la charla tuve con el profesor que les acompaña, Jorge Rello. Hablamos de muchas cosas, entre ellas de la música sufí y, en la canción que escuchaba, Baye Fall, no se puede negar la influencia de esa música, claro que adaptada a África que a todo le da más vida y color.

La canción, en Wolof de Senegal, transmite toda la energía de África. Eso es lo que más echo de menos, ahora, en este momento. Vivimos en, por y para una crisis que nos está minando el ánimo. Es sobre todo una crisis de los corazones. Nos hemos dejado llevar por el pesimismo, no reaccionamos ante nada. Posiblemente los años de bonanza nos han adormecido las conciencias y nos ha secado las ganas de luchar por lo que importa.
Por eso me emocionó tanto encontrarme con un grupo de adolescentes que sueñan con un mundo más justo y mejor para todos y están poniendo su granito de arena para hacerlo realidad.


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