La escritura fue introducida durante el reinado de Hattusilis I con el objetivo de recoger por escrito las palabras que el rey quería dirigir a sus nobles y súbditos, no obstante tenemos recogidas también varias anotaciones como por ejemplo las halladas en los Anales de Mursillis donde el rey deja por escrito su visita al templo donde pide ayuda a la diosa Arinna para combatir a las comunidades rivales y de hecho tenemos recogido por escrito los diez años que al rey Mursilis le llevó derrotar a dichas comunidades rivales.
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Las palabras de los reyes no son las únicas registradas en esta serie de tablillas de escritura cuneiforme, también encontramos por escrito en las tablillas hititas pasajes que hablan de leyendas y mitología, leyendas como la del asedio de Urshu, o mitología como la de la muerte del dragón o la del mito del dios faltante.
El arte de los Hititas
En un primer periodo el imperio hitita adopta dos tipos de cerámica, la capadocia, una cerámica policromada y muy elaborada. El otro tipo de cerámica estaba realizada con rueda de alfarero, bruñida y muy elaborada, con tiras de color rojo y bastante mérito artístico.
Este tipo de cerámicas se dan en un primer periodo hitita, ya que en un segundo periodo con la llegada de la metalurgia, la cerámica pasará a ser de ámbito doméstico y perderá todo su antaño mérito artístico. En cuanto a escultura las fuentes nos dicen que lo único que podemos considerar como escultura hitita, son las esfinges de Yerkapu las cuales formaban parte de las puertas de Bogazköy.
Pero si tenemos que hablar de arte hitita, sin duda, uno de sus mayores dominios, era el de la metalurgia. Los hititas lograron piezas de metal extremadamente elaboradas, el metal no obstante ocupará un lugar muy importante en el imperio hitita hasta el punto de desbancar por completo a la cerámica.
Religión
En cuanto al tema religioso podemos decir que las comunidades hititas consiguieron una gran independencia, de hecho, cada comunidad hitita tenía su propio culto y sus propios dioses.
La realeza hitita se encargó de ensalzar estos cultos de tal forma que el propio rey, que era considerado el sacerdote supremo (cesaropapismo), realizaba una peregrinación anual para rezar en los diferentes templos de las regiones hititas. Los templos tenían una importancia vital, de hecho, su mantenimiento corría a cargo de los comandantes locales o de los gobernadores provinciales.
En esta imagen tenemos una representación del dios sobre el venado donde nos viene representado uno de los dioses, los cuales eran representados con un arma u artefacto en la mano derecha, la izquierda sosteniendo un símbolo y la figura puede ir también adornada con otros símbolos como alas u otros accesorios, además de ello encontramos a la figura siempre erguida sobre un animal sagrado.
En cuanto a los cultos, el dios principal de la civilización hitita, o uno de ellos, era el dios del tiempo atmosférico el cual se representaba en numerosas ocasiones bajo la forma un toro y que era mayoritariamente adorado en la zona del tauro y en el valle del norte de Siria. Dentro de estos dioses encontramos a la ya mencionada Arinna, que era la diosa principal de la realeza hitita así como otros dioses tomados de otras civilizaciones anteriores o contemporáneas como dioses hatitas o dioses hurritas que eran introducidos dentro del panteón hitita (otros eran descartados).
En cuanto a los templos hititas, encontramos templos de diferentes tipos como pueden ser santuarios al aire libre como el de Yazilikaya, también templos de obra ciclópea como el de la imagen superior o simples altares que se situaban en zonas de culto.
A estos dioses se les rendía tributo mediante ofrendas, ya fuera mediante bebidas o comidas, también danzas y sacrificios de animales y nos llama la atención que sabemos que cada templo hitita tenía su propio calendario de festividades..
En cuanto a los ritos funerarios, sabemos gracias a escritos hallados en las tablas de Bogazkoy, como eran los ritos funerarios de la realeza hitita, no así como de los habitantes más humildes del imperio aunque si se han encontrado varios cuerpos enterrados en urnas pero no está del todo claro su método de enterramiento.
Si sabemos los ritos funerarios de los reyes, o al menos de algunos de ellos, donde el ritual consistía en unos doce o trece días de festividad donde el cuerpo del monarca o de la familia real era incinerado y dicho fuego era apagado después mediante diez copas de vino, diez copas de cerveza y diez copas de una bebida ritual, una vez se apagaba el fuego, los restos eran recogidos y envueltos en lino para después depositarlos en una cámara funeraria.
No tenemos constancia de cuál era el método ritual que los hititas realizaban exactamente hacia sus muertos salvo los aquí recogidos, no obstante quizás podamos averiguar más en el futuro con nuevos descubrimientos.
Autor: Alberto Martínez Guindulain para revistadehistoria.es
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Bibliografía:
BRYCE, Trevor (2007): El reino de los Hititas, Ediciones Cátedra, Madrid.
NATIONAL GEOGRAPHIC (2018): Historia: Las civilizaciones de Mesopotámia (Vol.4), RBA Coleccionables, S.A.U., National Geographic Society, Barcelona, pp. 58-93.
Gurney, O.R. (1990): Los Hititas, Laertes, S.A. de ediciones, Barcelona.
LIVERANI, Mario (2012): El Antiguo Oriente, CRÍTICA, S.L., Barcelona.
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