Revista Diario

Hivernando cual ositos

Por Sandra @sandraferrerv
Hivernando cual ositos
He de confesar que siempre me ha gustado estar en casa. Disfruto saliendo, sobretodo en verano y cuando hace buen tiempo, pero si tengo que quedarme en casita no me agobio en absoluto. Ahora que he empezado a trabajar y el frío ha llegado con ganas de martirizar todo mi cuerpo, ansío el momento de poderme arrebujar en mis queridas cuatro paredes.
Después de toda una larga semana con el cronómetro en marcha; carreras arriba y abajo; pisos y más pisos de ropa; discusiones sobre el horrible abrigo que agobia a mis enanos; la lluvia que termina de jorobar los trayectos de casa al colegio, del colegio al trabajo; uf. Después de todo esto, me pirro por un sábado por la tarde calentitos en casa y tranquilos escondiendo el reloj en lo más oscuro del cajón del recibidor.
Esta tarde hemos puesto el pesebre. Bueno, Bebé Gigante ha puesto el pesebre mientras Pequeña Foquita lo iba "reubicando" a su libre albedrío. Hemos hecho puzzles, hemos cantado, hemos jugado. ¿Qué más se puede pedir? Ah sí, taparse bajo mi querida manta de patchwork. Y cuando digo "mi" lo digo con todas las de la ley pues la hice allá por aquellos tiempos en que aun no era madre y tenía mucho tiempo libre. Quién me iba a decir que aquella "obra de arte" terminaría calentando a mis pequeñajos.
Quizás es que soy simple pero las cosas sencillas de la vida creo que son lo mejor. Feliz frío fin de semana.

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