Revista En Femenino

Hiyab, chador y shayla en las escuelas

Publicado el 20 abril 2010 por Pedsocial @Pedsocial

Toca la toca, ¿o no toca?: el hiyab, el chador o la shayla en las escuelasPor indicación de uno de nuestros comentaristas me atrevo a introducir en este blog la actual (renovada) polémica de la utilización del velo islámico en las escuelas por jóvenes de religión musulmana y la consiguiente prohibición en algunos centros públicos por parte de las autoridades académicas.

La polémica es larga y ancha, y no se limita a nuestro país, puesto que otros países de la UE ya han afrontado situaciones similares. Si me equivoco, aunque la polémica continua tanto en las escuelas como en los medios, en Francia la cuestión legal la ha resuelto el Tribunal supremo de ese país a favor de la libertad de uso de prendas para todo el mundo. Y ello a pesar de que el estado heredero del jacobinismo más auténtico mantiene con rigor la separación de iglesia y estado.

A este lado de los Pirineos y con el tremendismo que habitualmente ejercemos, nos olvidamos con facilidad de una historia no tan remota donde la toca, que es como se debe llamar en español al hiyab, ha formado parte del tocado de las damas de forma habitual. No hace falta remontarse a la popular toca de Doña Juana de Castilla, traída a colación en una entrada anterior de este blog. Hace sólo veinte años las payesas ibicencas lucían sus tocas frente a los y las turistas que acudían a la isla a tomar el sol en cueros.

Las religiosas católicas de varias congregaciones utilizan habitualmente la toca, mientras que nuestras enfermeras se han desprendido de la cofia hace solo cinco lustros.

No obviamos la parte más compleja de las otras, más minoritarias, vestimentas de algunas mujeres musulmanas, en cuanto a que tapan además la cara por cuanto dificultan la identificación de las personas. No hace falta llegar a recordar el motín de Esquilache y lo que tuvo que ver con el embozo de los transeúntes, aunque sí que total hace un par de semanas miles de ciudadanos se paseaban con antorchas por las calles de nuestras ciudades cubiertos con túnicas y caperuces en las celebraciones de la Semana Santa.

Mi modesta opinión, abierta naturalmente a discusión, es que el velo islámico, la toca y su polémica, a los pediatras sociales nos debe preocupar en cuanto a que nos está distrayendo del grave problema que representa el abandono de la escolarización de muchas jóvenes inmigrantes e hijas de inmigrantes nacidas aquí, cuando se aducen motivos culturales y religiosos. Y la marginación o exclusión que ejercen algunas escuelas confesionales con los ciudadanos de otras religiones y culturas.

X. Allué (editor)


Toca la toca, ¿o no toca?: el hiyab, el chador o la shayla en las escuelas


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