CRÓNICA DE CONTRA LA TANCA
El Barcelona se ha clasificado para disputar la final del play-off de liga, después de ganar por 3-2 (1-1, 01, 2-0) al CG Puigcerdà en el tercer y definitivo partido de la semifinal de Liga.
Ambos equipos han disputado una semifinal de altura, casi podríamos decir que digna de una final. Y esto no quiere decir que fuera una final adelantada, no. Quiere decir que ambos equipos han ofrecido 3 partidos llenos de intensidad, emoción, actitud y buen hockey.
Los blaugranas han sido justos vencedores de la contienda, aunque de haber ganado este tercer partido los ceretanos, lo mismo se podría haber dicho de ellos.
Y es que la clasificación del Barcelona no ha sido fácil ante un Puigcerdà que ha mostrado la mejor cara de la temporada.
Los de La Cerdanya finalmente han ofrecido sobre el hielo, el estilo que les lleva exigiendo Sacharuck desde hace unos meses. Una propuesta que, desde algunos sectores, se ha calificado de algo “anticuada”, por dar mucho protagonismo al juego físico aunque, una vez ejecutada con convencimiento por los de amarillo y negro (durante la noche del sábado ya se hizo evidente), se ha mostrado como una propuesta temible además de vistosa para el público.
Pero delante estaba un Barcelona que, hoy domingo, ha dado su respuesta a base de velocidad en las transiciones, un gran contragolpe y un prodigioso olfato de gol en sus delanteros.
Y aquí han dado una lección a sus rivales de este fin de semana. Una lección que no por vieja, repetida y obvia, deja de ser representativa de lo sucedido: “Para ganar hay que marcar”.
Esto viene a cuento porqué cuando mas cerca parecía estar el gol visitante para deshacer el empate a 2 vigente y después de casi 8 minutos de asedio a la portería blaugrana, a falta de 3 minutos para el final ha sido cuando ha llegado el gol de la victoria local. Un gol que ha hecho que el Puigcerdà perdiera tanta fuerza moral, como la que ha ganado el Barcelona para afrontar esos últimos 3 minutos, con la seguridad de verse finalistas.
A estas alturas, de fuerza física ya quedaba poca en ambos conjuntos como no podía ser de otra manera después de dos partidos de estas características. Realmente Barcelona y Puigcerdà habían jugado a un nivel y a un ritmo, al que no nos tiene acostumbrada nuestra competición.
Un último dato: de los 12 goles del fin de semana, solo 3 se han conseguido en situación de power-play. Si tenemos en cuenta que en este fin de semana el Puigcerdà ha acumulado 57 minutos de sanción y el Barcelona, 46, cabe pensar que el aprovechamiento de las superioridades es un tema pendiente para ambos equipos.
En definitiva, el Puigcerdà ha tenido sus oportunidades (más de las que le auguraban algunos) pero el Barcelona, a más disponerlas, las ha aprovechado y pasa con merecimiento a la final del play-off después de tres intensos, igualados y extenuantes partidos.
En esta final le espera el ACH Jaca, que apunta como máximo favorito al título después de deshacerse con facilidad el Majadahonda y, por descontado, después de una temporada “casi” inmaculada.
Y digo “casi” porque su única mancha llegó en la última visita del Barcelona a la pista aragonesa (los blaugranas ganaron al líder por 3-7). Ese resultado y, sobre todo, lo visto este fin de semana en la Ciudad Condal, hacen que la final de la Liga haya ganado bastantes enteros de interés.
Por su parte el Puigcerdà se embarcará en los cuartos de final de la Copa del Rey, donde se encontrará con el Txuri Urdin.
Contacto y intensidad, dos constantes en la semifinal catalana del play-off de Liga.