Los que queréis reformar vuestro hogar y sacarle el máximo partido a la entrada de luz natural y a la amplitud, tenéis que valorar seriamente la posibilidad de cambiar la cocina de sitio.
Por tradición, las distribuciones antiguas han dejado las cocinas en una pequeña habitación a veces alejada de las zonas comunes. En una reforma integral hay que valorar si cambiarla de sitio, por el que ocupa un cuarto de baño por ejemplo o viceversa, para ampliar los espacios e iluminar y al mismo tiempo aprovechar tomas de agua y desagües.
Así lo hicieron en esta vivienda en Zaragoza, se pasó de una cocina angosta en mitad del pasillo, sin espacio para comer, a situarla en la zona exterior con una comunicación visual con el salón gracias a un espectacular ventanal.
Prescindiendo de la entrada se consiguió acortar el largo pasillo y por consiguiente, hacer más metros de vivienda útiles. El resultado es un hogar más abierto, luminoso y práctico, perfecto para esta familia con necesidades distintas a las que originalmente satisfacía el piso.
Al final del post tenéis un par de fotografías de cómo estaba el piso antes, menuda diferencia ¿no? ¡Feliz martes!
Interiorismo y reforma Noelia Villalba