Hogeweyk es una residencia para ancianos con demencia y Alzheimer situada en Holanda. Hace algunos años fue modificada y amplificada de manera que ahora es un pequeño pueblo (15.000 m2) con unas cuantas calles, un par de plazas, casas, tienda de ultramarinos y hasta Restaurante. Aunque su apariencia es la un pueblecito cualquiera, esta totalmente cerrado al exterior, y los pacientes pueden caminar libremente por él bajo la compañia y supervisión de sus cuidadores.
Este concepto ayuda a los pacientes a llevar una vida lo más normal posible adecuada a sus necesidades.
Los pacientes con demencia se sienten mejor en entornos «conocidos» o donde entiendan el funcionar de las cosas. El ir a la tienda a comprar, llegar a casa, hacer la comida, lavar la ropa, salir a tomar un cafe, son cosas normales del día a día que ellos pueden entender. Estar encerrados en un piso donde todo es blanco (normalmente) comparten habitación con alguien que no saben quién es, todo es igual, y no pasa nada, es para un paciente con estas enfermedades muy angustioso, no entienden la situación y eso los «descompensa».
Caca vez hay más residencias de ancianos que especializan alguna de sus zonas o pisos para pacientes con demencia o Alzheimer, además de contar con personal especializado en estos campos.
Hay distintos tipos de demencia y cada una tiene sus características, hay demencia fronto-temporal, demencia vascular, demencia de los cuerpos de Lewy, demencia de la Enfermedad de Parkinson, Alhzeimer, etc. Pero como con casi todo, cada persona es un mundo, y es muy difícil predecir un desarrollo exacto de la demencia en cada paciente. Es una enfermedad en la que conocer la historia de vida del paciente puede ayudar a comprender mejor su enfermedad (o mejor dicho como se expresa la enfermedad en él) y mitigar algunos de sus síntomas.
Existe un modelo de cuidados de pacientes con demencia en Alemania, el modelo «Böhm», que lleva el nombre de su creador el austríaco Erwin Böhm. Con este concepto trabajan algunas residencias en Austria y Alemania obteniendo unos resultados muy interesantes.
El modelo da mucho importancia a la biografía de los pacientes, de manera que ésta es la herramienta base para la resolución de problemas de «decompensación» de cada anciano.
Se ultilizan una serie de formularios a rellenar por el personal especializado teniendo en cuenta la situación actual y los problemas que presenta el paciente. Esos formularios darán como resultado una serie de puntos que colocaran al paciente en un nivel distinto según las características de su comportamiento. Sabiendo eso y conociendo la biografía del paciente se pueden establecer «impulsos» o «actividades» adecuadas a cada caso para tratar de solucionar el problema.
Por ejemplo una mujer de 85 años que se levanta temprano y empieza a descolocar su habitación, saca su ropa del armario, grita, no quiere comer y está en general en un estado de nerviosísmo constante. Tras rellenar los formularios vemos que los puntos de la paciente indican que está en su etapa de los «veintitantos» y le falta eso que la haga sentir «en casa». Mirando su biografía vemos que esa mujer estaba casada, y tiene tres hijos varones, se puede deducir por la época que ella era ama de casa y se encargaba seguramente de todo, con lo cual un impulso o actividad para ella quizás seria comenzar a lavar ropa, a cocinar a servir la comida a los demás, para que vuelva a sentir que no ha «perdido su papel».
Es un concepto interesante, y como este hay otros muchos. Merece la pena valorarlos para hacer la vida de estos pacientes lo más cómoda posible y asegurar que sean lo más felices posible por el tiempo que les quede.