Edición: Versátil, 2011 Páginas: 520 ISBN: 9788492929498 Precio: 20,90 € Creo que no me equivoco si digo que Hojas de dedalera es uno de los debuts más prometedores de los últimos dos años; como mínimo, ha dado que hablar bastante (y para bien) en la red. Victoria Álvarez (Salamanca, 1985), licenciada en Historia del Arte y autora de una tesis doctoral sobre la literatura del siglo XIX, ha construido una historia que combina la novela ambientada en la época victoriana (con sus correspondientes intrigas familiares) con el romance paranormal, una mezcla explosiva que puede gustar a lectores muy diversos. A propósito del tema, en algunas páginas he visto que se cataloga como un libro juvenil, pero yo no lo considero así: aunque el contenido paranormal se suele asociar a los adolescentes, el tipo de trama y las preocupaciones de los personajes se asemejan más a los que encontramos en la narrativa general. Por lo tanto, Hojas de dedalera puede gustar tanto a adultos como a jóvenes.
Londres victoriano.
La novela nos traslada a Londres en 1888 y los años sucesivos. Su protagonista es Annabel, una niña a la que se diagnostica una grave enfermedad cardíaca que la obliga a tomar una medicina hecha a base de hojas de dedalera. Esta anomalía la tiene entre la vida y la muerte, pero también le proporciona un extraño don: la capacidad para comunicarse con los muertos. Annabel, que vive con sus tíos en el Cementerio de Highgate, se convierte en una pequeña médium que poco a poco va ganando reputación. Además, a pesar de que los médicos no eran optimistas con ella, la muchacha crece y con el tiempo se convierte en una joven con influencia en los ambientes aristocráticos de la ciudad. No obstante, esto no impedirá que se vea envuelta en circunstancias turbulentas que pueden poner en peligro su ya de por sí poco estable corazón. Hay algo de lo que no cabe duda: Victoria Álvarez sabe escribir. Sabe escribir porque bebe de la magnífica tradición inglesa decimonónica (Charles Dickens, Oscar Wilde, Mary Shelley…) para ofrecernos una novela escrita con buen gusto, con un estilo ameno y fluido, narrada en tercera persona y con mucho diálogo; una opción fantástica para proporcionar muchas horas de disfrute lector. En segundo lugar, destaco su habilidad para contar una historia, es decir, para dar forma a una trama bien definida, que sabe a dónde quiere llegar, dosifica la información y consigue un ritmo bastante bien llevado. He leído muchas primeras novelas y sé que no es nada fácil manejar los hilos de la narración de esta manera. En relación con el contenido, no se trata de una novela de terror —aunque el tema del espiritismo pueda sugerir lo contrario—, sino que destaca por los temas que he comentado al principio: relaciones familiares, intriga y amor. Si no estáis acostumbrados a los libros con elementos paranormales, con Hojas de dedalera no hay nada que temer, porque desde mi punto de vista está más cerca de una novela de ambientación victoriana con misterio (como pueden serlo en la actualidad las de Kate Morton o Katherine Webb) que del romance paranormal puro (como Richelle Mead, por ejemplo). El don de Annabel le da un plus de interés a la novela, pero no es su única base. En cuanto al desenlace, me gustó y me pareció coherente con el resto de la trama.Cementerio de Highgate.
Por otra parte, no se puede pasar por alto la excelente recreación de la época, que además tiene doble interés porque la evolución de la protagonista le permite plasmar el contraste entre los ambientes de ricos y pobres. Se nota que la autora conoce de primera mano todos los recovecos de este entorno (en la solapa del libro se explica que incluso pertenece a una asociación para la conservación y el cuidado del Cementerio de Highgate) y realmente ha conseguido trasladarme a este periodo, a los rincones del cementerio y al ambiente de las espiritistas de la ciudad de Londres victoriana. Resulta agradable descubrir a una autora que sitúa sus novelas en un lugar tan alejado de los temas recurrentes de la narrativa española, y que además lo hace bien. Sin embargo, la obra también tiene algunos puntos débiles. El principal, en mi opinión, se debe al hecho de que empieza muy bien, con un ritmo frenético durante las cien primeras páginas, pero después tiene un bajón, justo cuando la protagonista ya no es una niña y entra en escena cierto personaje. Entonces se entra en una espiral romántica demasiado azucarada para mi gusto, se pierde (temporalmente) el rumbo de la novela y eso tiene como consecuencia unas cuantas páginas de relleno. Tampoco me gustó que esta parte empezara con un amor a primera vista; todo este tema está idealizado en exceso, me convence menos que los tramos de acción y misterio. Los personajes, por su parte, me parecen bastante arquetípicos y maniqueos (la pobre niña «huérfana», el tío maltratador…), aunque al menos resulta fácil entenderlos y funcionan bien dentro de la historia.Victoria Álvarez.
Para terminar, solo quiero añadir que Hojas de dedalera es una de las novelas más entretenidas que he leído este año, me lo he pasado bien leyéndola y sé que a muchos lectores les puede ocurrir lo mismo, así que os recomiendo que le deis una oportunidad (eso sí, los alérgicos al tema romántico mejor que se abstengan). Si Victoria Álvarez ha conseguido esto con su ópera prima, estoy segura de que en el futuro sabrá pulir esos pequeños fallos y nos regalará muy buenos ratos de lectura.