Revista Coaching
Amigos, como habéis visto he abandonado el blog por un tiempo. No sé si continuaré. Hay momentos en que la vida parece que da un vuelco y ya no somos los mismos. Eso confunde y te hace creer que todo lo que has escrito hasta ahora es humo. Se me ocurrió por curiosidad mirar los suscriptores e inexplicablemente estos habían aumentado desde que dejé de escribir. Lo que me lleva a pensar que en la vida los frutos vienen cuando no se esperan o cuando te crees que ya está todo acabado. El Evangelio dice "Si el grano de trigo muere, da mucho fruto". En este blog muchas veces he pensado que escribía buenas cosas, que ayudaba a la gente, estaba contenta, orgullosa. Pero todo eso es aire. Todo eso que he escrito de superación personal, de salud, de ser feliz está bien. Pero sin olvidar nunca que nosotros no tenemos el control. Lo tiene Dios. Somos seres dependientes y la vida muchas veces, con los acontecimientos, nos llevará a descubrirlo y a la humildad. Tengo la impresión de que en mi blog he sido poco humilde, y por eso me he sentido incapaz de escribir. Y ahora también me siento así y por eso creo que precisamente lo que escribo ahora tiene más valor. La vida es un dejarse sorprender, es un asumir que no se sabe nada apenas, es un dejarse corregir y estar dispuesto siempre a levantarse. Es comprender a los demás y entender que muchas veces es difícil avanzar, pero a pesar de todo se avanza. Pero solo si nos apoyamos en la divinidad.