Pues bien, en un arrebato de autodeterminación y para empezar esta nueva era con potencia, he dispuesto:
- Cortarme el flequillo
- Ponerme pendientes más a menudo (los que me conoces valorarán el reto)
- Tomar decisiones sobre mi vida profesional
... si... así y a lo loco estos fueron los mejores propósitos que conseguí enumerar...Así que, dispuesta a hacer de mí mi mejor personaje, a tomarme mi propia vida en serio: me tiré una hora delante del espejo para lograr un look despeinado, me subí a los tacones para pisar con potencia, me planté los consabidos pendientes y me lancé a la calle ¡una salida triunfal! ¡Era Carrie Bradshaw!Cuando llegué a la floristería de la esquina recordé por qué las series americanas no se desarrollan en Bilbao. Caía una chaparrada como si de la apertura de los cielos se tratara. En cien metros no quedaba una sola onda en el pelo y el airoso pisar recordaba al paso de la garza de la guardia suiza. Estoica y de ánimo inquebrantable, al igual que mis pendientes, continué mi camino el resto de la tarde.De todo este absurdo, me inclino a pensar que hay algo bueno por extraer, la idea de hacer de mis 25 algo importante no puede ser tan mala. De mis objetivos iniciales he completado dos: me he cortado el flequillo y me esfuerzo por llevar pendientes. El tercero no tengo pinta de ir a resolverlo de forma inminente pero todo esto me ha aportado una reflexión adicional: mira por la ventana antes de salir a la calle.