Revista Cultura y Ocio

Hola me llamo Tayi, y tengo un nudo

Por Tayi Tayi Fonseca @TayiFonseca

*Antes de leer dale play, me lo vas agradecer*

"Soy culpable" es la primera frase con la que decido de forma inconsciente empezar a escribir.

Recuerdo entonces que Don Rafael, mi abuelo, me dijo que escribiera pensando siempre en mis personajes como mi primera persona, como si fuese yo siendo ellos.

Empiezo a escribir y me acostumbro a iniciar mi sesión en Spotify, tengo la cabeza vacía pero con mil ideas a mi alrededor, José y Sebas pelean como la costumbre lo dicta, mientras el frío Cartago me entume los dedos, sigo escribiendo, alejándome de todo y escuchando la dulce melodía de Hozier: Like real People do. Me detengo y pienso "¿Qué tan real deben ser las personas para hacer algo, para no sentirse culpables?" Las últimas tres, cuatro semanas (o tal vez mas no se, el tiempo me vale mierda a veces), mis listas en Spotify han sido: Shakira Unppluged (en especial: Moscas en la casa y Tú), "How to say goodbye", "I hate Men" y Sam Smith. Y soy culpable, de esos culpables que ponen la sesión privada para que sus amigos no los juzgue ante su depresión musical.

Mi estado de ánimo un fin de semana lo define una canción, o mejor aún una lista.

Tengo de no escribir casi 32 días, sí los he contado, y sí, tengo una lucha en mi cabeza, misma lucha que no me dejó escribir para San Valentín tan siquiera. Por primera vez a mis 21 años dejo ir un concurso por falta de ganas al escribir, ¿y quieren saber por qué? Mas arriba vuelvan a releer la frase de Don Rafael Rodríguez, ¡cabrón que tiene toda la jeta llena de razón! Si no existe un primer personaje, en primer plano de la vida de un escritor, mucho menos va a poder existir un tercero en una historia.

En este momento vuelvo a releer la frase "mucho menos va a poder existir un tercero.", y he ahí la respuesta a mi locura interna, nudo de mierda que tengo en la cabeza desde hace 32 días. El nudo que no me deja escribir, el mismo nudo que me impide terminar a Rogelio, cortarle el pelo a Lua y escribir mis 15 de cada mes. El nudo que me hizo llorar al escuchar "Exogenesis: Symphony part 3" de Muse, el mismo nudo que me hizo querer escribir de nuevo al leer la última entrada del blog de mi amiga Andrea, ese nudo que me llevo tratando de buscar el final de la historia, hice trampa. Me salte pasos de la lectura, omití párrafos para conocer el final y cuando termine de leer me sentí tan culpable, de esos culpables que leen con un nudo en la cabeza tratando de buscar una respuesta. Andre si estas leyendo esto, prometo como lectora nunca mas volver a saltarme párrafos para conocer el final de la historia, gracias por esta enseñanza que vino desde Malasia.

A mis 21 años me salto párrafos de las historias, Muse me hace llorar y no puedo escribir un viaje más para Rogelio porque siento envidia de mi propio personaje inventado.
32 días me tomó para entender que debo decir adiós a muchas cosas, muchísimas. Desde mis personajes a quienes no logro ni resolverles la vida, como a mis terceros personajes de la vida, en especial el primero de muchos cuentos que he escrito y que ya han de conocer más que mi propia mano al desnudo.

Ni siquiera extraño decir te extraño, el personaje decidió desde hace mucho tiempo otro plano en el que yo no tengo la cavidad que quiero, y que tampoco le puedo exigir, porque putas tengo 21 años, ¿quién putas se compromete a esta edad? Y no hablo de matrimonio para aquellos rezagados que pensaron de primer fichaje eso. De esto y muchas historias al personaje, soy culpable. Como aquellos culpables que se enamoran hasta que duela, de los que lloran porque duele.

Soy culpable nuevamente al forzar a mi corazón a enamorarse por segunda vez, de la misma persona. Porque, vuelvo al nudo de mierda en la cabeza, me cuesta decirles adiós a esos personajes. Soy una escritora egoísta sabían, de esas que no pueden tan siquiera escribirse sobre la frente: "soy culpable".

Luego de 32 días logro llorar de nuevo escribiendo, y no saben la satisfacción tan rica que siento. No logro decirles adiós a estos personajes, no creo que deje de escribir el resto de mi vida, me ahogaría en depresión si lo hago. Pero si de algo estoy segura es que tampoco puedo retenerlos, y no porque no quieran estar en mi vida, es que ya no los quiero conmigo.

Hace un par de días me pregunté: "Tayi, ¿mae porque el miedo?" Me digo mae a veces como para sentirme cercana y que suene a regaño, tengo miedo de un día equivocarme, por mas trillado que suene me gustaría saber si mis decisiones son las adecuadas, si voy bien, cuanto me gustaría tener un cafecito con Dios y gritarle que soy un desastre gracias a su ineficacia en procesos del corazón. Pero saben que... Tengo 21 años y se joden, todos. Porque espero que cuando tenga 30 pueda leer esto y hacer muecas como mi mamá las va haciendo en este momento.

Quieren saber cuál es la última canción con la que termino de escribir... It Will come Back de Hozier... Y saben que no volveré a escuchar: Muse.


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