Revista Diario
Por fin, después de un eterno mes de julio, hoy por fin puedo decir que oficialmente estoy de vacaciones. Por fin se acabaron las prisas, las mochilas preparadas a última hora, las comidas recalentadas. Por fin se acabaron las carreras para coger el tren e impedir que el bus te cierre la puerta en las narices. Adiós a la gran ciudad. Por fin me quedo en mi rinconcito de paz, donde oigo pajarillos por la mañana y el jardín de delante de casa me relaja y me reconforta. Pero sobretodo, adiós al horrible planning de colores. ¿Tú qué color eres? ¿Y el abuelito? ¿Mañana no van a la escuela de verano? Por fin cuando mis niños me pregunten por la mañana, mamá, hoy donde vamos, les podré decir cosas tan guays como, a la piscina, a pasear, al jardín.Espero exprimir el largo mes que tenemos por delante y olvidarnos por este tiempo de las preocupaciones que nos hacen sacar humo de la cabeza.Por lo pronto he desconectado la alarma del despertador. ¡Felices vacaciones a los que tengáis la misma suerte que yo! Y ánimos a los demás, espero que os llegue pronto.