Editorial: Plaza & Janés, 2023
Traducción: Carlos Milla Soler
Holly Gibney es contratada por Penny Dahl para que investigue la desaparición de su hija Bonnie, que no tarda en parecer relacionada con otras anteriores, ocurridas a lo largo de varios años.
Como es de esperar en una obra que supera las 600 páginas, en Holly sobran muchas, pero muchas, consiguiendo que lo que podría ser una novela correcta, más o menos entretenida, acabe en un esfuerzo deliberado para no abandorar la lectura. La estructura elegida la convierte en una obra sin sorpresas, sin el factor enganche, debido a que, desde el comienzo, el autor cuenta el quién(es), el cómo y el porqué, reduciendo la investigación de la protagonista a poco más que un mero tramite. No averigua casi nada que no se haya contado antes, en los capítulos dedicados a Emily y Rodney Harris, cuyos actos desde el primero hasta el más reciente.
Si en una novela tan extensa, en la que su protagonista se pasa el tiempo entre recrearse en sus traumas, recordar parte de lo sucedido en las otras obras en las que aparece y tratar de averiguar lo que le ha sucedido a Bonnie, se quita el factor intriga, es muy difícil mantener el interés. Ni siquiera Holly, un personaje con el que su autor parece estar encariñado pese a su escasa y poco interesante personalidad, que resulta tan anodina como repetitiva, consigue salvar una historia que va casi todo el rato a la deriva.
La novela se dispersa demasiado y relata excesivos pasajes innecesarios que la ralentizan y le restan fluidez e interés: los Harris, Holly, las aventuras literarias de Barbara Robinson y su hermano Jerome (personajes que ya aparecían en la trilogía Mr. Mercedes), cada cual por su lado, siendo la de ella más relevante para la trama principal, aunque no tanto como para justificar la cantidad de páginas que se le dedican, pese al carisma de la casi centenaria Olivia Kingsbury, que ejerce como mentora de la joven y se erige en el personaje más interesante de la obra, aunque tampoco tiene rivales.
Solo hay unas cuantas escenas interesantes, no las suficientes como para que la lectura sea satisfactoria, ni siquiera necesarias para el desarrollo de la historia, como la mencionada subtrama literaria de Barbara y Olivia o la última visita de Jerome a Vera Steinman, por emotiva, a las que se sumaría, ya como parte imprescindible, el enfrerntamiento final entre Holly y los Harris.
Presuponiendo que quien lea Holly conoce también las anteriores novelas en las que aparece (la trilogía Mr. Mercedes, El visitante y La sangre manda), se mencionan pequeños detalles y los nombres de los culpables de estas historias, aunque sin entrar en detalles.
En resumen, Holly es una novela excesiva en "información" innecesaria y, sobre todo, en páginas, con poco que contar, previsible, redacción correcta, mal estructurada, repetitiva, a ratos aburrida. El tipo de lectura que puede satisfacer a incondicionales del autor, a quienes le llaman Maestro, con M, o piensan que sería un buen candidato con posibilidades de ganar el premio Nobel...
¿Qué te ha parecido la reseña? ¿Te apetece leer este libro? ¿Ya lo has leído? (Los comentarios están moderados con lo cual tardan un poco en salir. El blog no se hace responsable de los spoilers que puedan aparecer en los comentarios, ya que Blogger no permite editarlos. Se ruega que se ponga un aviso si se van a mencionar. Gracias por tu opinión)