‘Laurance de Arabia’, ‘Gladiator’, ‘Juego de Tronos’… Todas estas producciones tienen algo en común: el ksar de Ait Ben Haddou. Esta ciudad fortificada situada en la provincia de Ouarzarzzate, Marruecos, ha sido el escenario estrella de múltiples productos de Hollywood.
Situada entre el desierto del Sahara y Marrakech, Ait Ben Haddou fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1987. Se trata de uno de los lugares con más magia de Marruecos y está formado por una serie de casas de adobe rodeadas de altas murallas.
Si la visita se hace desde Marrakech, el camino es largo. Cuatro horas en coche por carreteras mínimamente asfaltadas, dejando atrás importantes puertos de montaña pertenecientes al Atlas. Según se aleja uno de la masificación de Marrakech y se adentra en el sur más profundo, el del Marruecos más auténtico, se encuentra con que el paisaje se convierte en víctima de la transformación, pero natural. Cada vez más a menudo, las kasbahs se dejan ver a lo largo del camino. Ya sólo hay un color, el del adobe de Ait Ben Haddou.
Una vez en el destino, el Sahara se siente cerca. El calor, la calima, el color rojizo de todo lo que acontece… hacen de Ait Ben Haddou un verdadero oasis donde refugiarse.
En una primera mirada, el escenario cautiva. Construido en una colina, el estilo piramidal permite hacerse una idea del número de casas que se encuentran detrás de la muralla, aunque en la actualidad sólo viven ocho familias. Una vez dentro es como entrar en una máquina del tiempo. Se pierde la percepción temporal… ¿pasado? Asaltan las dudas.
No sólo los turistas se han visto atraídos por este particular paisaje. Hollywood también ha quedado atrapado por el embrujo de Ait Ben Haddou. Desde 1954 a 2014 se ha rodado alrededor de una veintena de películas.
Estudios de cine de Ouarzarzate
Ait Ben Haddou es un escenario, elegido por su singular belleza, pero el verdadero Hollywood marroquí se encuentra en la ciudad de Ouarzarzate. Hay varios estudios de cine entre los que se encuentra uno de los más grandes del mundo, los Atlas Studios, y allí es donde se crean los diferentes ambientes y donde los directores estadounidenses aparcan sus enseres.
Gran número de películas, muchas de ellas relacionadas con la historia y con Oriente, han sido rodadas en Ouarzazate y sus alrededores: ‘La guerra de las galaxias’, ‘La momia’, ‘Las colinas tienen ojos’ o ‘Black Hawk: Derribado’.
Sin embargo, esta “meca del cine africano”, aunque tuvo una época dorada, ha sufrido en los últimos años un receso que ha resultado dramático para una ciudad que vive marcada por la actividad cinematográfica y el turismo.
Ahora han surgido otros escenarios en los que rodar películas, que además cuentan con más dinero inversor, como el caso de Emiratos Árabes. El requisito imprescindible es que se cuente con un paisaje que Hollywood no puede aportar. Por ello, destinos como Jordania se han puesto de moda en los últimos tiempos.
La famosa ‘Joya del Nilo’ dejó en los Estudios Atlas, como reliquias de museo, el avión de combate que pilotaba Michael Douglas o el jeep con el que recorre con su amada Kathleen Turner trepidantes aventuras por un supuesto país de Extremo Oriente.
Erigida ya en gran atracción turística, en la ciudad nueva se han levantado varios hoteles de lujo, como el Ibis Moussafir, el Bèlère Palace o L’Óscar, y algún riad exquisito, como Dar Kamar, que han servido de morada a Brad Pitt, Orlando Bloom, Ridley Scott, Kate Blanchet o Gael García Bernal.