Ocurrió en la localidad de Tibanna, cerca de Ohio, Estados Unidos, al parecer en un barrio que está constituido por una urbanización de lujo, dos piscinas, un campo de golf, un campo de tenis y más de dos kilómetros cuadrados de zonas ajardinadas.
Tom Aritnem, vecino de aquel lugar se dispuso a pasear cuando sin querer tropezó con lo que denominó ¨Una abominable piedra que no tenía que estar ahí¨, desgraciadamente el joven vecino de 28 años cayó en el patio de su vecina, Magdalena Oapilf, la cual es muy dada a plantar cactus y suculentas en los terrenos de su jardín delantero. Tom Aritnem cayó encima de un pequeño cactus de apenas tres centímetros y se clavó varias espinas.
Tom Aritnem llamó enseguida a una ambulancia alegando que había sido envenenado, la ambulancia le recogió y lo llevó corriendo al hospital, donde explicó que había sufrido un accidente al caer en un cactus venenoso.
Los agentes sanitarios le retiraron las espinas de cactus (2 espinas clavadas en la palma de su mano) y le explicaron amablemente que los cactus no eran venenosos y que su vida no corría peligro alguno.
Tom, indignado, acudió a la policía para formalizar una denuncia contra el cactus de su vecina alegando que ¨ Fue agredido por el cactus al caer contra él por accidente¨, con esa denuncia pretende que su vecina Magdalena Oapilf retire todos los cactus donde ¨una persona humana¨ pueda ser agredida al caer.
La denuncia ha sido desestimada y la anciana vecina puede seguir teniendo los cactus que desee en el jardín delantero de su domicilio.
El cactus en el cual cayó el hombre fue rescatado y sembrado en una maceta, como se puede apreciar en la foto del encabezado