
Qué cochinos estos nipones, y ya en esta época. Para que luego diga mi hija que La Celestina es una guarrería. Estaba para decir que esto es un clásico de la literatura cortesana de Japon, pero más bien en modo desenfreno y alejado de la finura de la historia de Genji.
Saikaku Ijara es el escritor más prestigioso del Periodo Edo, y compone aquí la licenciosa vida de Ionosuke, cuya pasión por la vida carnal desde los tempranos 7 años no creo que conozca parangón en la literatura universal. La obra, bastante extensa, relata en breves capítulos los inicios de su talento, su vagabundeo en sus años mozos (expulsado de la casa paterna) y la prolongada fase de vida licenciosa cuando fallece su padre y se ve heredero de la nutrida arca familiar.
Con un lenguaje cuya riqueza podría haber causado un derrame al traductor, describe extensamente el modo de vida de la época, con un estilo frecuentemente humorístico y extendiéndose sobre una temática con un desparpajo que en su época tuvo que resultar, como poco, "avanzado"; pues Ionosuke no pone freno a sus apetitos, y ni solteras, casadas, mancebos ni monjas escapan de sus carnales afectos.
Otras ediciones lo traducen como Amores de un vividor.
