Un hombre en california no no tuvo mejor idea que auto-operarse con un cuchillo para untar mantequilla para extirparse una hernia que sobresalía de su vientre. Sin embargo, no logró concretar su hazaña con éxito.

Mientras esperaba a los doctores, el hombre decidió cicatrizar su herida con un cigarro encendido, ya que esta continuaba abierta. A pesar de su situación, Tom Lorenz, uno de los policías que también llegó a auxiliarlo, dijo que el sujeto se veía muy tranquilo.
Luego de ser atendido en un hospital de Los Ángeles, el sujeto debió someterse a exámenes psiquiátricos.