PHILADELPHIA (AP) – Rashon Nelson inicialmente lo ignoró cuando el gerente de Starbucks le dijo que no podía usar el baño porque no era un cliente que pagaba.
No pensó nada cuando él y su socio comercial, Donte Robinson, fueron abordados en su mesa y se les preguntó si necesitaban ayuda. Los empresarios de 23 años de edad se negaron, explicando que estaban esperando una reunión de negocios.
Unos minutos más tarde, apenas se dieron cuenta cuando la policía entró en la cafetería, hasta que los oficiales comenzaron a caminar en su dirección.
“Fue entonces cuando supimos que llamó a la policía”, dijo Nelson a The Associated Press en la primera entrevista de los hombres desde que el video de los arrestos del 12 de abril se hizo viral.
Nelson y Robinson, hombres negros que se hicieron mejores amigos en cuarto grado, fueron llevados esposados del Starbucks en el barrio tony Rittenhouse Square de Filadelfia, donde Robinson ha sido cliente desde los 15 años.
El video, grabado en un video del teléfono celular de un cliente blanco, galvanizó a las personas en todo el país que vieron el intercambio como el racismo de hoy en día. En la semana desde entonces, los hombres se han reunido con el CEO de Starbucks y han comenzado a presionar por cambios duraderos para garantizar que lo que les sucedió a ellos no le pase a nadie más.
“Estuvimos allí por una razón real, un verdadero negocio en el que estábamos trabajando”, explicó Robinson. “Pusimos mucho tiempo, energía, esfuerzo … Estuvimos en un momento que podría tener un impacto positivo en una gran cantidad de personas, vidas y familias. Entonces dije: ‘No, tú no eres deteniéndolo en este momento ‘”.
Robinson dijo que pensó en sus seres queridos y que la tarde había dado un giro tan grande como lo llevaron a la cárcel. Nelson se preguntó si llegaría vivo a casa.
“Cada vez que me encuentro con policías, honestamente puedo decir que es un pensamiento que pasa por mi mente”, dijo Nelson. “Nunca se sabe lo que va a pasar”.
El alcalde demócrata Jim Kenney, que es blanco, dijo que lo que sucedió en Starbucks “parece ser un ejemplo de lo que es la discriminación racial en 2018”. El comisionado de Policía Richard Ross, que es negro, dijo en una publicación de Facebook que los agentes que lo arrestaron “no hicieron absolutamente nada” y agregó que Nelson y Robinson fueron irrespetuosos con los oficiales.
Ross dijo que los oficiales hicieron lo que se suponía que debían hacer y que fueron profesionales en sus tratos con los hombres, “y en su lugar recuperaron lo opuesto”.
Originalmente se suponía que Nelson y Robinson se reunirían con Andrew Yaffe, un empresario local blanco, en un Starbucks al otro lado de la ciudad. Pero el plan cambió, y acordaron reunirse en la ubicación de Rittenhouse Square, donde se habían visto varias veces antes en una potencial oportunidad de bienes raíces.
Los hombres negros llegaron unos minutos antes. Tres agentes de policía se presentaron poco después.
Nelson dijo que no fueron interrogados, pero les dijeron que se fueran inmediatamente.
Yaffe apareció cuando los hombres estaban siendo esposados. Él puede ser visto en el video exigiendo una explicación de las acciones de los oficiales. Nelson y Robinson no se resistieron al arresto, confundidos e inseguros de qué pensar o qué podría pasar después.
“Cuando sabes que no has hecho nada malo, ¿cómo reaccionas realmente?” Nelson dijo. “Puede ser ignorante o puede mostrar algún tipo de sofisticación y actuar como si tuviera clase. Esa fue la elección que tuvimos”.
No fue su primer encuentro con la policía, un rito de paso que se convierte en un hecho habitual para muchos hombres negros de su edad. Pero ninguno había sido arrestado antes, diferenciándolos de muchos de sus compañeros en el arenoso vecindario del suroeste de Filadelfia, donde crecieron.
Robinson se preguntó brevemente qué podría haber hecho para traerse el momento.
“Siento que me quedé corto”, explicó. “Intento pensar en algo que hice mal, no solo para ponerme a mí sino a mi hermano, mi amigo de toda la vida … en esta situación”.
El abogado Stewart Cohen, en representación de Nelson y Robinson, dijo que los hombres tenían un perfil ilegal. Señaló el Título II de la Ley de Derechos Civiles de 1964, que prohíbe la discriminación por motivos raciales en hoteles, restaurantes, teatros y otras instalaciones públicas.
Starbucks Corp., con sede en Seattle, dijo que el lugar donde ocurrieron los arrestos tiene una política de que los baños son solo para los clientes que pagan.
Nelson y Robinson pasaron horas en una celda de la cárcel sin contacto externo y sin la menor idea de lo que sucedería después. Fueron liberados después de la medianoche, cuando el fiscal del distrito se negó a enjuiciarlos por allanamiento. No tenían idea de que el video de sus arrestos estaba circulando por Internet.
El día después de su arresto, pensaron qué hacer a continuación.
“Pasas de ser alguien que solo trata de ser un emprendedor, tener tus propios sueños y aspiraciones, y luego sucede esto”, dijo Nelson. “¿Cómo lo manejas? ¿Te levantas? ¿Peleas? ¿Te sientas y solo ves a todos los demás luchar por ti? ¿Lo dejas pasar, como dejamos que todo lo demás se desmorone con la injusticia?”
Robinson, todavía centrado en el trato comercial del día anterior, llamó a Yaffe para reprogramarlo. Yaffe le contó sobre el video y la tracción que había obtenido.
Durante el fin de semana, la atención y la indignación por el video crecieron, lo que provocó una protesta en el restaurante Starbucks local y un boicot nacional. Para el lunes, los hombres debían reunirse con el gerente general de Starbucks, Kevin Johnson, para discutir qué sucedió.
Johnson ha respondido rápidamente a la protesta pública sobre los arrestos, calificándolos de “reprensibles”, disculpándose y ordenando que se cierren las tiendas para recibir capacitación obligatoria para abordar el sesgo inconsciente.
Nelson y Robinson dijeron que están buscando resultados más duraderos y están en proceso de mediación con Starbucks para implementar cambios, incluida la publicación en las tiendas de una declaración de derechos del cliente; la adopción de nuevas políticas con respecto a expulsiones de clientes, perfiles raciales y discriminación racial; e investigaciones independientes de quejas de perfiles o discriminación de clientes y empleados.
Robinson dijo que aprecia el apoyo público que los hombres han recibido, pero la ira y el boicot de Starbucks no son la solución.
“Necesitamos un tipo de acción diferente … no palabras”, dijo. “Es un momento para prestar atención y entender lo que realmente está pasando. Queremos un asiento en la mesa”.
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Whack es el escritor nacional de The Associated Press sobre raza y etnicidad. Sigue su trabajo en Twitter en http://www.twitter.com/emarvelous
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