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Hombres de Venus y Mujeres de Marte - capítulo 3

Por Mundodimasiado
No es novedad que los hombres no entienden las mujeres y éstas, tampoco a ellos. Tal vez esto sea una de las cosas más antiguas y complejas del ser humano, y que haya empezado junto con Adán y Eva. Muchas mujeres no comprenden ciertas actitudes machistas de un hombre; las actitudes femeninas, tampoco. De la misma manera que los hombres no saben lidiar con la feminidad de las mujeres; ¡siendo ellas dotadas de un comportamiento masculino, todavía es peor! Y ese es el mundo loco o contrario cuyos hombres son de Venus y las mujeres, de Marte.A pesar de que Marte y Venus estén en posiciones opuestas, ellos son complementares y dependientes. El primero representa la guerra, la agresividad, el deseo de dominación y los impulsos. El segundo, el amor, la belleza y el sentimiento maternal. Respectivamente, los dos son el cazador y la caza, no importa el sexo que cargan entre las piernas.Del mismo modo que existen mujeres dominadoras, hay también los hombres sumisos. Muchos “hombres masculinos” iban a sentirse inseguros de hacer el sexo con una mujer que quisiera comandar la relación, cuando esto por regla o instinto los pertenecen. A ciertas mujeres les gustan dar latigazos, someter a sus parejas a un sentimiento de esclavitud. Eso parecería un fetiche si fuese sólo algunas veces, pero cuando rutina, no. Es una señal visible de la manifestación de la personalidad de una hembra en un cuerpo de macho. Incluso, entre las lesbianas tienen aquellas que quieren mandar más. Cuando dos así se unen, seguramente es pelea, porque la disputa es la de quien comanda más, especialmente en la cama. En ese caso, si hay sumisión, se está incompleto.Aunque una mujer sea dominadora en una habitación, ella va a continuar siendo lo que es. Sin embargo, cuando un hombre exagera en su sentimiento de sumisión a punto de tornarse pasivo, el cambio es más radical. Probablemente, muchas mujeres no se sentirían tranquilas en mantener relación con “hombres femeninos”, o que “aprecian” el mismo que ellas. Cierta vez, una ex prostituta dijo en un programa de TV, que algunos de sus clientes – casados – le tenían la costumbre en pedir que ella metiera el dedo o algún “juguete” en la puerta trasera, porque a ellos les gustaban eso, pero tenían vergüenza de contar a sus mujeres. No hay nada más deprimente de lo que confesarse de los problemas del casamiento a un/a amante o prestador/a de servicio sexual, al incluirle en su vida. Esto es un modo a tornarse vulnerable a una gente desconocida.No es fácil vivir de verdades, pero de mentiras es más complicado. La unión debería tener el mismo significado de confianza, complicidad, amor y respeto a quien se dice que se ama. ¡Al menos es lo que parece! Aunque, en realidad, el miedo inventa justificativas para preservar el amor. En ese caso el casamiento pasaría a simbolizar un mero compromiso sexual, y no de alma.Machos y hembras son como rompecabezas: se necesita busca el encaje perfecto para así formar un dibujo. Cuando una pieza está suelta, torcida, faltando o fuera del lugar, significa que hay algo errado. Así es el reflejo de una relación inestable: dos personas no están en armonía ellas mismas y con la persona “amada”. Bajo esta manera de ver las cosas, se pone en jaque todo eso sobre alma gemela. Es claro que toda la vida a dos reporta problemas en algunos periodos, pero ellos deberían ser temporales y no estar arriba de la confianza que uno tiene en el otro.Sin embargo, se necesita señalar que todo eso sobre machos y hembras va mucho más allá de los genitales. El ejercicio de la sexualidad es una cosa de dentro para fuera, y no el contrario. Las personas reflejan en el físico el alma. Si fuera lo opuesto, seguramente no iban a existir los gayes, las lesbianas, los bisexuales, los transexuales o cualquier otra cosa que aparentemente huye de las leyes de la naturaleza o de las concepciones religiosas.Y, como ya fue dicho antes en otros textos, el amor no posee el sexo, pero cuando dicen que los opuestos se atraen, se refieren a la sexualidad interior. Por ejemplo, un casal gay: uno es más macho y el otro, más femenino.Te recomendamos a leer también:Hombres de Venus y Mujeres de Marte – capítulo 1Hombres de Venus y Mujeres de Marte – capítulo 2

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