El piso que quiero compartir hoy con vosotros, es una muestra de cómo lo antiguo nunca pasa de moda aunque sólo sea porque antes los muebles eran de madera, porque se hacían a mano. Esos muebles que todos hemos visto alguna vez en las casas de nuestros abuelos, olvidados en algún desván, que aún se pueden encontrar en rastros y mercadillos... y que no sólo se merecen un lugar de honor sino que, como vais a ver, por sí solos son capaces de poner un "plus" en cualquier rincón de nuestro hogar.
En la cocina una mesa con alas y varias sillas, una de ellas antigua y conservando su color natural, y las demás probablemente piezas nuevas con el mismo diseño pero pintadas de blanco precisamente para hacer notar "la diferencia de edad"...
A los lados de la campana extractora, de diseño totalmente actual, se han colocado unas baldas sujetas por las escuadras más sencillas que podemos encontrar en cualquier tienda de bricolaje. Y es que, como véis, tampoco es necesario gastarse mucho dinero; lo importante son los detalles: los tarros de cristal, la lámina con motivos de botánica, la planta en un viejo tiesto de arcilla...
El mismo sistema de baldas y escuadras de madera se ha utilizado también para componer este conjunto para almacenaje de la vajilla, aprovechando una vitrina antigua que por sí sola habría quedado un poco "desamparada"...
Y no nos olvidemos tampoco de la lámpara tipo quinqué...
En este rincón de la zona de estar a simple vista todo es moderno: el sofá, la lámpara, la butaca... Pero nos llama la atención la mesa, con el estilo retro de los años 50 o 60. Y si nos fijamos un poco más veremos que la composición de cuadros está formada con cuatro grabados antiguos que por su pequeño tamaño se han realzado con un generoso "passe par tout" blanco y un sencillo marco negro...
En esta zona de paso una gran cómoda pintada de blanco aporta un espacio extra para almacenaje; quizá, como antaño, para guardar mantelerías y menaje de hogar...
En el cuarto de los niños nos encontramos una cama y un baúl de madera repleto de peluches...
pero la pieza estrella es este viejo pupitre: sin duda los niños de ahora no conocen la sensación de, con la excusa de sacar un libro o un lápiz, ocultarnos tras la tapa y hacer alguna fechoría...
Este otro dormitorio dispone del espacio justo para la cama, y un perchero metálico que hace las veces de armario...
En lugar de mesilla se ha aprovechado un viejo taburete con la tapa de madera, suficiente para albergar un antiguo flexo de latón y un buen libro...
Y en un rincón, un escritorio que recuerda a los muebles de oficina de los años 30 o 40, eso sí: lacado en blanco para que resulte más ligero visualmente...
Como también se han pintado de blanco el cabecero de la cama del dormitorio principal...
La mesilla de noche, con tapa de mármol...
Y esta otra mesilla, también con la tapa de mármol, que lejos de desentonar con la linea actual de los sanitarios y del mueble bajolavabo, más bien es la que marca el estilo vintage del cuarto de baño...
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