Un espacio abierto, diáfano, lleno de luz, apenas salpicado de notas en colores neutros. El negro de los muebles de la cocina, de las lámparas; el gris del sofá, de la ropa de cama, de los rodapiés y los marcos de las puertas... El marrón oscuro de las sillas y la mesa del comedor, o el verde pino de la butaca de terciopelo del dormitorio infantil